El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó la vacante para el puesto de presidente que dejará libre en septiembre Luis Alberto Moreno y, desde ayer, recibirá las candidaturas para el puesto, dando inicio oficial a una carrera para dirigir la entidad en la que no se esperan sorpresas.
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Tal como indicó el BID en su comunicado, “la elección tendrá lugar en una reunión virtual de los Gobernadores del BID del 12 al 13 de septiembre de 2020”.
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Y esto es que porque la mayoría da por supuesto que el favorito para hacerse con la dirección de la entidad es la opción del gobierno de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, quien se impondría en la votación a los anteriores opcionados, la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y el argentino Gustavo Béliz.
Como el mismo Claver-Carone admitió en una reciente entrevista con EFE, hay al menos 15 países de la región que ya han manifestado “públicamente o en privado” su intención de votarle, entre los que se encuentran Brasil, Colombia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Honduras y Haití.
Esto hace que el camino para el candidato de Trump esté despejado. En el proceso de selección se necesita tener una mayoría de al menos 15 países de los 28 miembros prestatarios, un apoyo con el que ya contaría.
El otro punto a superar es el de contar con la mayoría del capital de la organización, en el que también parte con ventaja. Cabe destacar que Estados Unidos, por ser el máximo accionista del Banco, también cuenta con más derechos de voto, los cuales llegan al 30,02% del total.
De igual forma, algunos que han mostrado su apoyo tienen altas participaciones, como Brasil (10,9%) y Colombia (2,99%), a lo que se podría sumar países de fuera de la región que también están en el capital como Japón (4%), Alemania o España que aportan el 1,89% de los votos.
Como explica una fuente cercana al proceso, “son 48 países lo que participan en la elección, 26 de América Latina, más Canadá y Estados Unidos, 17 europeos y tres asiáticos. El presidente, para ser electo, requiere el 51% de votos y mínimo la mitad de esos 28. Claver-Carone ya cuenta con más del 51% y más de 15 países apoyando (explícita o privadamente)”.
No obstante, si se consuma esta elección, Estados Unidos rompería la tradición que el BID ha tenido desde su creación en 1959, de que un latinoamericano esté en la presidencia.
Como explica Ricardo Betancourt, director de la carrera de Relaciones Internacionales de la U. Javeriana, “todas las organizaciones y acuerdos internacionales tienen reglas no escritas que son claves para su funcionamiento, como ocurre que un europeo esté al frente del FMI, un estadounidense del Banco Mundial y un latinoamericano en el BID. El hecho de que el presidente haya sido de la región siempre facilitó el trato multilateral”.
Por esto, el experto apunta las consecuencias que esto podría tener. “Esto rompe los símbolos que han permitido su funcionamiento y puede generar una falta de aceptación de muchos países, si bien no del gobierno actual, sí cuando se vayan cambiando.
También se puede dar un debilitamiento de la institución. Los argumentos de EE. UU. para hacerlo son que como aporta mucho debería tener más decisión, y también la sensación de que China avanza en su influencia en muchos organismos, entre ellos el BID, con el que ha llegado a varios acuerdos”.
De igual forma, como explica María Cristina Rosas, doctora en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, "implica que habrá una mayor condicionalidad de parte de Estados Unidos para la capitalización del BID, justo en momentos en que Latinoamérica estará haciendo peticiones masivas de créditos ante la recesión económica. También significa que la región tendrá menos márgenes de maniobra sin tanta condicionalidad política. Si eres enemigo de Estados Unidos, no se podrá acceder a esos créditos".
De momento, Claver-Carone ha sido crítico con el rumbo de la institución. En una columna de opinión publicada en El Tiempo, afirmó que “el BID solo ha tenido cuatro presidentes en 60 años. Esto ha creado una cultura de interés propio e inmovilidad”, lo que modificaría con un solo mandato de cinco años.
Eso sí, en Latinoamérica muchos países ven positivo lo que podría ser un vínculo más cercano con el vecino del norte. De hecho, en ese mismo artículo el candidato asegura que serviría para “fortalecer el compromiso de EE. UU. con la región”.
ASAMBLEA, EN EL 2021
Pero este no fue el único anuncio que realizó ayer el BID, pues también confirmó que la Asamblea General del organismo, que se celebrará en Barranquilla, se volverá a posponer, esta vez, hasta el 17 al 21 del próximo marzo de 2021.
Cabe recordar que esta cita iba a tener lugar en marzo de este año, pero se pospuso a septiembre por la llegada del coronavirus a la región. De esta forma, el evento no coincidirá con la salida de Luis Alberto Moreno de la entidad y la elección del nuevo presidente como estaba previsto.
Al respecto, un alto cargo del BID confirmó a Portafolio que “Colombia no abre los vuelos hasta septiembre, pero no sabemos qué pasará con la pandemia en ese entonces. La Asamblea trae personas de al menos 48 países del mundo y por eso se toma la decisión de posponerla a marzo del año que viene”.