Despolitizar el Banco Agrario, agilizar los desembolsos, bancarizar a los campesinos, dinamizar los desembolsos y contribuir a la empresarización del campo, entre otras, son tareas claves del Banco Agrario de Colombia. Para ello fue designado en la presidencia de la entidad, Francisco Mejía Sendoya, ingeniero agrónomo tolimense, y un máster en finanzas, en Estados Unidos. El funcionario habló con Portafolio sobre el rumbo que tomará la política crediticia del Banco.
¿Cuál es la estrategia del banco para contribuir a darle mayor dinámica a la producción agropecuaria?
Vamos a extender mucho más el crédito en el sector agropecuario como lo han pedido el presidente Iván Duque y el ministro agricultura, Andrés Valencia. Para ello hemos diseñado una estrategia de movilidad con tecnología.
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Vamos a tener a todos nuestros asesores comerciales desplegados por el campo, con una tableta, yendo a las veredas a originar crédito desde las fincas, es decir, desde el terreno. De esa manera estaremos agilizando más los procesos, evitándoles sobrecostos a los campesinos por sus desplazamientos a oficinas ubicadas en los cascos urbanos.
También estamos presentando todo un portafolio de productos para el campo, a fin de lograr el matrimonio entre los grandes y los pequeños productores. Por eso, el Ministro de Agricultura, ha lanzado el programa ‘Agricultura por Contrato’. La idea es juntar productores con agroindustriales y procesadores de materias primas, en esquemas asociativos, para que los cultivadores sepan a quién le van a vender sus cosechas.
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Todas estas iniciativas las está apoyando el Banco Agrario con crédito. Tenemos claro que el 2019 será el año del campo colombiano.
¿Qué está haciendo la entidad para lograr la bancarización de los campesinos?
Esta estrategia de movilidad que le mencioné va a tener un impacto muy importante en el campo. Todos los estudios revelan que solamente dos de cada diez campesinos tienen acceso al crédito y nosotros queremos cambiar esa realidad, visitando las fincas y promoviendo esquemas de inclusión financiera.
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También diseñamos el programa ‘Ruta hacia la Bancarización’, que tiene como objeto luchar contra esa práctica criminal del ‘gota a gota’. Esa fue una instrucción del presidente Duque, de aliviar los el impacto de este flagelo, tomándonos las plazas de mercado de los municipios para que todas las personas que sufran esa práctica, puedan tener acceso a un crédito con tasas adecuadas, a fin de que sus proyectos y emprendimientos sean exitosos. El nuestro es un crédito que está al 2%, mientras que en el ‘gota a gota’ la tasa es del 4% diario. Esto no solamente es ilegal sino que subyuga a las familias y no las dejas progresar.
¿Qué están haciendo para agilizar los desembolsos de crédito?
El Banco Agrario tenía muchas dificultades. Venía de un largo periodo donde se estaba cayendo la cartera agropecuaria y se estaban deteriorando todos nuestros indicadores de desempeño. Además, los procesos eran muy ineficientes y, en buena medida, se debía a que el Banco estaba entregado a intereses clientelistas.
El presidente Duque prometió eliminar la politiquería a las entidades del sector agropecuario, y eso es lo que hemos hecho en el Banco Agrario, crear una cultura orientada hacia el desempeño y los resultados.
Los empleados del Banco entiendan que son las competencias de cada uno lo que define una contratación o una promoción dentro de la entidad. Todos debemos estar alineados en unos objetivos que redunden en beneficio de los productores del campo, de nuestros clientes y de las empresas agropecuarias.
Ya hemos logrado cambiar muchos procesos, y podemos darles la buena noticia a los colombianos que, a septiembre, el crédito se estaba cayendo un 11% frente al año pasado, pero en octubre lo reactivamos aumentando los desembolsos en un 18%, Vs el mismo periodo del 2017, en tanto que el inventario de operaciones ha crecido 20% frente al promedio crédito.
De esa manera contribuimos a dinamizar la economía y los objetivos de desarrollo de la ruralidad colombiana, planteados por el Presidente de la República y el ministro de agricultura, Andrés Valencia.
¿Qué se puede esperar de la entidad en los próximos meses?
Cuando llegué a la presidencia del Banco le presenté a la junta directiva una estrategia en tres fases: una de estabilización, una segunda de remediación que incluye cambios de fondo y la tercera es la fase de crecimiento.
Estoy satisfecho por los avances logrados en las dos primeras fases. Creo que la fase de crecimiento iniciará en enero o febrero del año entrante.
Con los cambios que hemos hecho esperamos que nuestra cartera de crédito total crezca un 12,6%, los gastos del Banco están proyectados para ser menores a la inflación el año entrante y, por su supuesto, esto hará que nuestra utilidad crezca a más del 20% en el 2019.
Todo esto a pesar de que tendremos un impacto en nuestro portafolio de renta fija, porque se nos está venciendo una buena porción de ese portafolio en el 2018. A pesar de eso creemos que la utilidad va a crecer y contaremos con entidad más eficiente, ágil y cercana a los productores.
¿Qué se está haciendo en el desarrollo tecnológico?
Estamos avanzando en una agenda tecnológica muy ambiciosa. Contamos con una plataforma de banca virtual que está a los más altos estándares en servicio de este tipo. Eso se refleja en la tecnología que llevarán los asesores financieros al campo para diligenciar solicitudes de crédito. En esas tabletas tendremos cargos los flujos de caja de las actividades agropecuarias y evitarnos los costos que nos representa el pago a personal externo a la entidad para que realice este trabajo de estructuración de crédito, lo que encarece la financiación para los productores.
En los próximos días lanzaremos nuestros productos de cash management y de comercio exterior. Tenemos corresponsalía en Estados Unidos con el Citibank y con CoBank que es una entidad especializada en el sector rural de ese país.