Los cisnes negros son aquellos sucesos cuya probabilidad de que tengan lugar es muy baja, incluso por debajo del 1%, pero que de ocurrir, podrían suponer un fuerte impacto para toda la economía internacional.
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En este sentido, como cada año, la entidad Saxo Bank publicó su informe con las que denomina sus 10 ‘previsiones terribles’ del 2020, las cuales incluyen una derrota de Donald Trump en las elecciones presidenciales del próximo año, un desplome de las energías limpias y el repunte de las sucias, o incluso la creación de una gran moneda digital asiática que socave el liderazgo mundial que tiene el dólar.
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Una de las que se podría considerar más cercana, y que por supuesto tendría mayor impacto, sería la posible victoria de los demócratas en las elecciones del año próximo. Y, a pesar de que Saxo Bank no ve tan claro que Trump vaya a perder en los comicios, su predicción apunta a una caída de 50% en la cotización de las empresas farmacéuticas como el principal impacto.
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“Los demócratas ganan el voto popular por más de 20 millones, aumentan su control de la Cámara y toman el Senado. La atención médica es el sector que enfrenta a un fuerte viento en contra de un barrido demócrata, ya que el Medicare y las negociaciones para la fijación de precios de medicamentos traen un corte masivo a la rentabilidad de la industria”.
Sin dejar atrás a Trump, la entidad europea también plantea lo que denomina la creación del impuesto ‘Estados Unidos Primero’. Según este panorama, la economía empieza a presentar más dificultades y el déficit comercial con China sigue creciendo, lo que obligaría a Trump a tomar nuevas medidas proteccionistas.
“Según los términos de este gravamen, el programa de impuestos corporativos de los EE. UU. se reconstruye por completo para favorecer la producción en el país. El plan cancela todos los aranceles y en su lugar aplica un impuesto fijo al valor agregado del 25% sobre todos los ingresos que se obtienen de la producción extranjera”, apunta el informe de Saxo Bank. Es decir, un impuesto a todo lo extranjero.
Otra de las previsiones que se podría considerar cercana es la que plantea de que el Banco Central Europeo, bajo la nueva dirección de Christine Lagarde, decide cambiar por completo su política y llevar su tasa de interés a positivo.
En cuanto al mercado de commodities, del que Colombia es dependiente, la entidad también emite la predicción de que las ‘energías sucias’ vuelven a cobrar una mayor importancia y, por el contrario, las limpias se desploman.
“En 2020, vemos que las cosas cambian para las perspectivas de inversión a medida que la Opep amplía los recortes de producción, los equipos no rentables de esquisto de EE. UU. desaceleran el crecimiento de la producción y la demanda vuelve a aumentar desde Asia. Además, los inversionistas en renovables se dan cuenta que los retornos de esas inversiones son pésimos”, indica el reporte.
Otro de los cisnes negros consiste en que, a causa de las guerras comerciales y otras disputas, Asia deja de utilizar el dólar estadounidense y, en su lugar, desarrolla una divisa digital y esta se vuelve la más utilizada en los países de esa región.
Otra de las propuestas es que ante un panorama de estanflación, ante la cual se tomaría un enfoque de política monetaria en la que los emisores imprimirían dinero sin costo, la inflación se dispararía y los salarios también, esto produciría una ‘limpieza’ de empresas menos rentables.
Entre las demás previsiones están la salida de Hungría de la UE, un default de Sudáfrica, una adopción internacional del modelo económico de Suecia y el desplome de las empresas de semiconductores.