En el sector eléctrico del país nadie apuesta un peso por establecer cuál será el paradero de los $1,8 billones que Electricaribe tiene en obligaciones pendientes por atender con el sistema financiero del país.
La razón está en que la deuda, al no ser asumida por los nuevos inversionistas que tomen la operación de la electrificadora, se quedará en la bolsa de acreencia de lo que será una empresa en liquidación y que fácilmente terminará como un baúl de los recuerdos.
La medida fue adoptada por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios), como estrategia para hacer más rentable y atractiva la nueva subasta, en donde los acreedores no harán parte del paquete de venta. Así los $2,4 billones ($1,8 billones de los bancos) quedarán en la masa de liquidación.
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“Como medida para desarrollar un proceso de venta efectivo y eficaz, y para no poner en riesgo la sostenibilidad energética del país, por lo que significaba que un solo operador asumiera las tareas de Electricaribe, se replanteó el proceso de subasta nuevamente, reiterando la necesidad de varios operadores y con las acreencias fuera del proceso”, reiteró la superintendete, Natasha Avendaño.
Cabe recordar que al momento de la intervención de la electrificadora (noviembre 15 de 2016) las acreencias eran de $2,4 billones: $390.000 millones que se le deben a las empresas generadores de energía, $250.000 millones a otros acreedores y $1,8 billones a los bancos.
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Así mismo, del monto total que la empresa le debe al sistema financiero, alrededor de $1,2 billones fueron prestados por el Grupo Aval, y otros $550.000 millones corresponden al portafolio de Bancolombia. La suma restante $5.000 millones se les debe a otras entidades.
“La deuda de los bancos al momento de la intervención por parte de la Superintendencia quedó congelada. Es decir no aumentó por efecto de las tasas de interés. Existe la posibilidad que con los acreedores se llegue a un acuerdo para recuperar parte de ese capital”, señaló Avendaño.
De igual manera comentó que en la subasta que se lanzó el año pasado para encontrar el nuevo operador inversionista se incluyeron las acreencias. Es decir quien asumiera la operación de Electricaribe tendría que negociar el pago de esas deuda en condiciones particulares.
PASIVO PENSIONAL
La Superservicios reiteró con relación a los pasivos pensionales y laborales (salarios de trabajadores pendientes o pensiones sin pagar) de Electricaribe, el cual está trazado en poco más de $1,2 billones, que tampoco será atendido por los nuevos propietarios.
“El pasivo pensional lo asumirá el Estado, como ya fue anunciado por el presidente Iván Duque. Estamos haciendo todas las gestiones. Y luego las demás acreencias serán atendidas de acuerdo a las prioridades que establezca la ley”, explicó Avendaño.
Recalcó que antes de que el proceso de venta sea finiquitado, los acreedores podrán acercarse a la empresa en liquidación para que se acuerden las formas de pago.
La superintendente explicó que la idea es que haya dos o tres operadores para que asuman las tareas de Electricaribe y que para la segunda mitad de marzo se publicaría el reglamento para las entidades interesadas en participar.
Avendaño reiteró que con respecto a los nuevos operadores, el tema no es solo de solvencia o capacidad económica, sino además de calidad en la prestación del servicio de energía eléctrica.
“Necesitamos encontrar un operador idóneo que tenga la capacidad de prestar y garantizar el servicio”, puntualizó, y dejó en claro que la segmentación incluirá criterios de técnicos, financieros y de equidad”.
REDIRECCIÓN DE LA SUBASTA
Para el Gobierno Nacional, el objetivo es aumentar la participación de potenciales operadores y con ello la probabilidad de éxito de la solución. “La segmentación incluirá criterios de técnicos, financieros y de equidad”, afirmó el mandatario a través de un comunicado de prensa. El proceso se reiniciará durante el primer trimestre de 2019. Durante el segundo y tercer trimestre se llevará a cabo la etapa de precalificación de los proponentes, el proceso de análisis y debida diligencia y la recepción de ofertas en firme por parte de los interesados en los mercados de distribución y comercialización. En el cuarto trimestre del próximo año, se espera contar con los nuevos operadores.