Los efectos de la migración venezolana a Colombia, que tiene un costo anual de 0,5% del PIB, no sería el único impacto que este choque generaría en las cuentas nacionales.
De hecho, según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, este flujo de personas podría darle al país un dividendo importante, en materia de empleo y productividad laboral, sobre todo a mediano y largo plazo. El directivo habló con Portafolio sobre la visión del centro de estudios de la economía local para este y el próximo año.
¿Cómo ve el crecimiento de la economía para 2019?
Para el 2019 esperamos que haya una recuperación adicional a la del año pasado, de tal modo que el PIB se ubique en cerca de 3,3%.
Además, la inflación estará dentro del rango meta del Banrepública por segundo año consecutivo, llegando a 3,5%, especialmente por algunas presiones como la devaluación de la tasa de cambio y el fenómeno de ‘el Niño’, que podría tener un efecto especial en la inflación de alimentos.
(Lea: ¿Hacia a dónde apunta la economía colombiana en 2019?)
¿Cómo nos ve el mundo, en materia de política fiscal y monetaria?
Colombia ha tenido larga tradición de tener buen manejo fiscal y eso ha permitido que las noticias locales sean positivas, a pesar del revuelo internacional con la normalización de la política monetaria de EE. UU., las tensiones tecnológicas y comerciales globales, y los anuncios de la fallida salida del Brexit.
Vemos en que inversionistas extranjeros han venido tomando posiciones importantes y hoy cerca de una cuarta parte de los títulos del Tesoro Nacional están en sus manos. De hecho, ha habido compras netas en los últimos años. Esta es una señal de confianza importante sobre la economía local. No obstante, hay preocupación sobre cómo van a cerrar las cuentas fiscales, especialmente en 2020 y 2021; estamos a la espera del anuncio del Gobierno sobre el ajuste del gasto, pero la señal desde los mercados es que persiste la confianza y las señales son tremendamente positivas.
(Lea: Así buscarán reactivar la economía en departamentos y municipios)
¿Cómo impactará ese revuelo internacional en la economía nacional?
Puede haber dos impactos. Uno, directo, que se daría por una menor demanda de exportaciones hacia China, que es nuestro cuarto socio comercial, y ahí podría haber una ligera afectación desde el crecimiento.
El otro canal podría ser indirecto, vía el impacto agregado que podría tener este revuelo en la economía mundial y una desaceleración más allá de la esperada. De todas formas, esperamos que nuestros principales socios comerciales crezcan al 2,8%, cifra no demasiado alta, y –por ahora– a pesar de todo, nuestro escenario medio (de 3,3%) se va a mantener.
Por sectores, ¿cómo pinta el crecimiento este año?
Una noticia positiva para 2019 es que esperamos que todos los sectores reporten cifras positivas. Hay sectores como el comercio que son muy importantes, y va a estar creciendo por encima del 3%; la administración pública será importante y, repito, todos generarán contribuciones positivas este año, que es una excelente noticia.
¿Qué esperar de la confianza del consumidor?
Este termómetro, que mide las expectativas del consumo privado, cerró el 2018 en cifras negativas, aunque mejores que en noviembre. Para este año, la expectativa es que, en la medida que la discusión de la ley de financiamiento se cerró y que las cifras duras ya empiezan a mostrar un crecimiento cercano al 3,3%, prevemos que la confianza se recupere gradualmente a lo largo de los primeros meses y, desde la demanda, aspiramos a que el consumo privado sea uno de los grandes jalonadores.
¿Qué coletazo puede tener la migración venezolana?
Si bien tiene costos de coberturas, la migración también tiene beneficios, como es el caso de que hay un millón de personas relativamente jóvenes que van a llegar a incorporarse al mercado laboral y van contribuir muchos a la seguridad social y las pensiones, y le aportarán a la productividad laboral, a mediano plazo. Allí hay un dividendo en la medida en que nuestra población se ha venido envejeciendo.Estos migrantes jóvenes están dispuestos a trabajar, lo cual es positivo para el país. Habrá que esperar a que se restablezcan las cosas en Venezuela, porque hoy ese país no es importante en materia comercial para nosotros; ojalá a mediano plazo, cuando se normalice todo, haya libertad económica y allí se abrirán oportunidades.
¿Está bien mover la regla fiscal por este choque?
La regla nos da credibilidad frente a agentes locales y calificadores, ya que ha sido una hoja de ruta que nos da seriedad sobre el ajuste fiscal. Esperaremos el anuncio del Gobierno para opinar más allá.
¿Cómo ve los efectos de la Ley de financiamiento?
La Ley aumentó la progresividad, al fijar nuevas tarifas de renta para personas naturales de altos ingresos, y mantuvo su espíritu de reducir la renta de las empresas, llevando a Colombia a la media de nuestros competidores. En general hay un esfuerzo importante.
No obstante, aún hay inquietudes de cómo cerrarán las cuentas a mediano plazo, por lo cual, por ahora, estamos a la expectativa; el Gobierno tiene una opinión positiva de dos cosas: la gestión de la Dian y la reducción del costo de capital para facilitar la inversión, que según ellos, generará un boom de inversión. Nosotros, por ahora, esperaremos para conocer el impacto neto de esta reforma.
¿La Ley puede traducirse en más empleos, mejores salarios y un PIB mayor?
Sí, de hecho en nuestras cifras ya incorporamos una mayor inversión en 2019 por el lado de la demanda, y estamos esperando –vía la Ley de Financiamiento– reducción de costo de uso de capital, un crecimiento de 3,4% en inversión, que sería dos puntos porcentuales por arriba del dato de 2018.
¿Qué hacer para aumentar el crecimiento potencial de la economía?
El choque petrolero tuvo impacto permanente en el crecimiento potencial, e incluso y este año creceríamos muy cerca al potencial (3,5%). El gran reto ahora es cómo aumentar esa tasa y puede ser en dos dimensiones: aumentando la productividad y creciendo a tasas por encima del 4%, lo cual tiene un efecto importante y es que reduzcamos aún más las cifras de pobreza, pobreza extrema y desigualdad. Ese tiene que ser nuestro norte.
INGRESO DEL PAÍS A LA OCDE
¿Qué beneficios trae el ingreso del país a la Ocde?
Esta ha sido una de las noticias más importantes a nivel económico de la década; celebro que el Gobierno continuara con la iniciativa y ya firmara la ley, pues este ingreso nos beneficia en que tendremos los mejores estándares de políticas, y aumentaremos la transparencia de las mismas, todo lo cual se traducen en mejores oportunidades de inversión, crecimiento, empleo, etc. Igualmente, le contaremos al mundo las cosas interesantes que hacemos acá en materia de política pública y podremos ‘exportar’ esas experiencias y avances.
Sebastián Londoño Vélez
En Twitter: @SLondonoV