Los giros que hacen los trabajadores colombianos en el exterior a sus familias en el país siguen rompiendo récords, lo cual tiene un impacto significativo no solo para los hogares que las reciben, sino para toda la economía.
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En el último año hasta septiembre, al país ingresaron por este concepto 6.113,8 millones de dólares, según datos preliminares del Banco de la República.
Esta cifra, que a todas luces es la más alta registrada hasta ahora, representa un crecimiento de 16,3 por ciento comparada con el periodo octubre 2016 - septiembre 2017.
Y, si se mira en pesos (tomando en cuenta la tasa de cambio promedio de cada mes), esto representa ingresos por 17,8 billones de pesos, monto nada despreciable en momentos en que la economía colombiana necesita recuperar su dinámica.
De hecho, si se mantiene este ritmo de crecimiento, las remesas de todo el 2018 podrían estar por encima de los 6.300 millones de dólares, con lo cual se superaría la expectativa que el Gobierno plasmó en su Marco Fiscal de Mediano Plazo, que hablaba de 6.120 millones de dólares.
Solo entre enero y septiembre, estos recursos sumaron 4.556 millones de dólares, tras un incremento de 15,7 por ciento anual.
(Fijan nuevos controles para el envío de remesas a Venezuela).
Y la foto del tercer trimestre también muestra un récord: 1.634 millones de dólares, el nivel más alto alcanzado en un periodo de tres meses, y que hasta ahora era ostentado por el lapso octubre - diciembre de 2017, con 1.557 millones de dólares.
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En cuanto a las razones del incremento, el Banco de la República ha señalado que buena parte de esta dinámica ha estado relacionada con la mejora en la dinámica del mercado laboral en países en los cuales hay una presencia importante de colombianos.
Por ejemplo, Estados Unidos sigue siendo el principal destino de los migrantes colombianos y, por ende, la principal fuente de remesas que entran a Colombia.
De hecho, su participación en los giros ronda el 45% y ha tenido un incremento importante, toda vez que la mayor economía del mundo trae una buena dinámica desde hace ya varios trimestres.
Esto se ha visto reflejado en el mercado laboral, ya que la tasa de desocupación ha estado en alrededor de 4 por ciento, su nivel más bajo en 18 años, lo que de alguna manera se traduce en mejores empleos y mayor nivel de ingreso para muchos hispanos residentes en ese país.
La segunda fuente de remesas para el país es España, que representa poco más del 15 por ciento de los envíos de dinero al país. Aunque hubo años difíciles en ese país por la crisis económica, la realidad es que más recientemente se ha visto una disminución en los niveles de desempleo, situación de la cual se han beneficiado los migrantes latinoamericanos en ese país, con lo cual aumenta su capacidad para enviar recursos.
Y aunque Venezuela fue por muchos años el principal origen de las remesas hacia Colombia en Latinoamérica, la realidad es que la crisis en ese país ha frenado el flujo de recursos desde hace ya varios años.
Hoy, la tendencia se ha revertido, pues con la fuerte migración de venezolanos hacia este lado de la frontera, son más los recursos que se giran hacia el vecino país.
Así las cosas, cifras de Ecoanalítica han señalado que, solo el año pasado, las remesas a Venezuela sumaron 1.500 millones de dólares y este año podrían superar los 2.400 millones de dólares, buena parte de ellos desde Colombia, que ha recibido la mayor cantidad de migrantes de ese país.
Sin embargo, otros países de la región han podido compensar con creces esos recursos. Los datos del Banco de la República dan cuenta de un aumento en las remesas provenientes de Chile, Panamá, Argentina, México, Brasil y Ecuador.Otros países con presencia importante en las remesas son Canadá, Australia, Reino Unido e Italia.
Por otra parte, un tema que podría estar incidiendo en los registros de las remesas es que las entidades financieras, las firmas especializadas en giros e incluso las Fintech (emprendimientos que basados en tecnología prestan servicios financieros), están desarrollando cada vez más soluciones que permiten hacer envíos de remesas de manera más sencilla y a menor costo.
No obstante, el centro de estudios Anif y la Unidad de Análisis e Información Financiera (Uiaf), han advertido que en el incremento de las remesas hay incidencia también de lavado de dinero.
En un documento publicado hace algunos meses, Anif señaló que solo el 10 por ciento de los cinco millones de colombianos que residen en el exterior hace giros regularmente a sus familias en el país. A esto, añadió que el recrudecimiento del narcotráfico también podría traducirse en un aumento en el ingreso de dólares que se lavarían vía remesas. Justamente, la Uiaf reveló a mediados de este año un informe en el cual da cuenta de esta modalidad para blanquear dólares del narcotráfico, pues han visto que una sola persona recibe varios envíos pequeños con sumas considerables, o un solo remitente despacha montos bajos a muchos destinatarios.
AUMENTO EN MÁS PAÍSES
El incremento de los ingresos por concepto de remesas se está percibiendo en prácticamente todos los países de la región. Por ejemplo, en países donde los giros tienen un mayor peso en la economía, El Salvador recibió poco más de 4.000 millones a septiembre, 7,2 por ciento más que hace un año, en Honduras el incremento fue de casi 10 por ciento, y en México, el mayor receptor de estos recursos en Latinoamérica, el crecimiento rondó el 11 por ciento.