Alguien que asiste puntualmente a Davos es Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Portafolio habló con el exministro colombiano sobre sus impresiones del evento.
¿Cómo describiría el ambiente en el Foro Económico Mundial de este año?
Lo describiría como una prosperidad con angustia, algo que puede sonar contradictorio. Me explico: después de la crisis financiera internacional del 2008, la gran preocupación de la mayoría de los países, pero especialmente de los más ricos, se centró en recuperar el ritmo perdido. Ahora es claro que los buenos tiempos están de vuelta, pero más de uno considera que este auge puede durar poco y que hay muchos vientos cruzados a los que hay que prestarle atención. Más de uno recuerda que hace diez años todo parecía muy bien y unos pocos meses más tarde estalló la burbuja.
¿Qué se parece a esa época?
De un lado, los precios de ciertos activos como las acciones han subido mucho y su sostenibilidad genera inquietudes. Del otro, el endeudamiento es elevado en algunas economías. Pero a decir verdad los interrogantes se notan sobre todo en el terreno político. La impresión de que el multilateralismo ha sido remplazado por el unilateralismo crea incertidumbres mucho mayores porque, sin duda, hay tensiones entre las potencias tradicionales. También hay tensiones internas, por la insatisfacción de grupos específicos de la población, lo que se traduce en el surgimiento de la extrema derecha en Europa o el auge de los nacionalismos, que abren todo tipo de cuestionamientos.
Hay también inquietudes sobre una ola de proteccionismo…
Son entendibles. Los asistentes a Davos registran que ya no hay consenso en torno a la apertura de mercados que impulsó tanto el crecimiento mundial, pero que también ocasionó una ola de resentimiento en contra de la globalización. Uno de los puntos que más se repite es cómo lograr que aquellos que salen golpeados encuentren la manera de recuperar la calidad de vida perdida, algo que toca igualmente la revolución tecnológica, que pone en riesgo a un buen número de trabajos y oficios que antes parecían seguros.
¿Cómo se ve América Latina en medio de esta realidad?
Nadie pone en duda que la economía de la región se está recuperando y que este año creceremos mucho más que el pasado. Aun así, hay una gran expectativa sobre lo que puedan traer las elecciones en Colombia, México o Brasil, para hablar de tres países importantes. Eso explica que no hayamos tenido la visibilidad de otros años, pero no me cabe duda de que en el 2019 habrá un gran interés por saber lo que piensan los nuevos gobiernos. Finalmente, el hecho de que la crisis de Venezuela se haya discutido aquí, incluyendo una sesión a puerta cerrada, muestra que el mundo reconoce la gravedad de la situación en una nación que merece la ayuda de todos para salir adelante.
Ricardo Ávila Pinto*
Director de Portafolio
*Enviado especial a Davos