Las minutas de la última reunión de la junta directiva del Banco de la República se convirtieron en la más reciente alerta por cuenta de la ampliación que ha tenido el déficit de la cuenta corriente del país.
('Aún tenemos un déficit de cuenta corriente muy grande').
De hecho, en el documento, el Emisor revisó al alza la estimación de este indicador para el 2018 y la ubicó en 3,7% de PIB, lo que habría implicado un déficit de 3,9% para el cuarto trimestre del año pasado.
“El mayor déficit en cuenta corriente estimado para 2018 frente al observado un año atrás (3,3% del PIB), se explicaría, principalmente, por la ampliación de la renta factorial y, en menor medida, por el mayor déficit comercial de bienes”, reza el informe del banco central.
En plata blanca, el alza se habría dado por más utilidades, intereses y dividendos que las empresas envían a sus países de origen, que, además, también seguirían ampliando el hueco en el 2019, cuya proyección total es de -3,9%.
Para el gerente del Emisor, Juan José Echavarría, “el último pronóstico no es buena noticia, porque estaban esperando un déficit de 3,4% y lo han subido a 3,9%. La primera cifra correspondía a la ruta de ajuste y uno pensaba que íbamos a seguir corrigiendo, pero no se está logrando (...). El dato está cerca de 4% y no es bueno; necesitamos que las exportaciones no petroleras crezcan más”.
Esta preocupación, que ha dado el gerente en varios escenarios, fue recogida por analistas, como es el caso del grupo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, que un reporte dijo que “la entidad (Banrepública) mostró preocupación por el deterioro esperado de la cuenta corriente para 2019. Sin embargo, espera que la financiación del déficit de la misma sea en su mayoría por inversión extranjera directa (IED), reduciendo la vulnerabilidad que causa la volatilidad de los flujos de corto plazo (inversión extranjera de portafolio).
Por su parte, en materia del intercambio que tiene Colombia con el resto del mundo, los analistas de Corficolombiana fueron más allá e indicaron que la corrección del déficit de cuenta corriente se habría frenado a finales del año pasado.
“Para 2019, el panorama luce menos optimista y el déficit estaría entre 3,5% y 4,3%, con 3,9% del PIB como escenario más probable Lo anterior contrasta con la reducción del déficit en cuenta corriente hacia niveles del 3,6% del PIB durante los primeros nueve meses del 2018 (...), lo que sugería la conjuración de algunos riesgos externos, así como una muestra de resiliencia de la economía luego del duro choque por la descolgada en los precios del petróleo de 2014”, agregaron.
Además, la volatilidad que vivió el mundo el año pasado le habría pasado factura a Colombia en este rubro, interrumpiendo su proceso de ajuste y manteniendo prendidas las alertas de varias calificadoras.
“La evolución reciente del tipo de cambio y de las cuentas de la Balanza de Pagos sugiere que la corrección del déficit podría tomar más tiempo (...). Esta ampliación del desbalance mantendría prendidas las alarmas de Moody’s y Fitch, que este año podrían revisar la calificación crediticia del país”, concluyeron en Corficolombiana.