Si bien la calidad en el servicio de energía en la costa Caribe es un dolor de cabeza para sus habitantes, el Estado ha girado puntualmente los recursos necesarios para evitar que el problema pase de castaño a oscuro.
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Entre el 2009 y el 2018, con corte al 31 de agosto, la Nación le desembolsó $5,6 billones a Electricaribe para su operación en los siete departamentos, distribuidos entre subsidios y recursos para el Fondo de Energía Social (Foes).
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El monto entregado mes a mes, que fácilmente puede representar dos reformas tributarias, tiene como fin el mantenimiento de la infraestructura para la transmisión y distribución de energía.
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“Electricaribe viene mostrando mejores indicadores en el recaudo, que le han permitido cumplir con sus obligaciones corrientes y mantener la operación, es fundamental seguir contando con los subsidios para los estratos 1, 2 y 3, y ampliar el monto de las garantías para la compra de energía”, señaló Javier Lastra Fuscaldo, en una columna de opinión publicada en este diario.
Registros contables de la citada electrificadora a los que tuvo acceso Portafolio, y que fueron explicados al detalle por técnicos, describen el comportamiento en cada uno de los saldos, tanto en subsidios, como en las cuentas del Foes.
Mientras que en la primera variable de auxilios económicos, la Nación le giró a esta compañía $4,5 billones, y llama la atención los $3,5 billones que se entregaron al 2016, año en que fue intervenida, cuando la operación estaba en manos de Gas Natura Fenosa (hoy Naturgy).
Para el Foes, los recursos destinados fueron $1,1 billones, de los cuales $981.327 millones fueron desembolsados, también al 2016.
Con respecto a los citados desembolsos, Lastra Fuscaldo señaló a Portafolio que la Nación cumplió con la Electrificadora atendiendo los compromisos en subsidios, así como en los recursos del Foes.
Cabe recordar que la organización que decida participar en la subasta para hacerse con la operación de Electricaribe deberá tener entre sus cuentas, además de los $7,2 billones en inversiones para poder ejecutar como nuevo operador, los $1,7 billones que la electrificadora le debe a los bancos por obligaciones atrasadas, y que quedaron congeladas al momento de la intervención en noviembre del 2016.
Así mismo debe adicionar a la lista $389.000 millones que le debe Electricaribe a las generadoras, y también $249.000 millones de cuentas por pagarles a los proveedores, que están pendientes por cancelar.
Lo anterior sin tener en cuenta los $1,1 billones que tiene a su haber la electrificadora en cuanto al pasivo pensional de la empresa.
