Miles de personas se tomaron ayer las calles de Colombia en una jornada de marchas pacíficas en contra del presidente Iván Duque, pero que, al cierre de esta edición, se fueron diluyendo en varios hechos violentos.
(Lea: 'Vándalos no representan el espíritu de los marchantes colombianos')
De acuerdo la Policía Nacional, un poco más de 200.000 personas protestaron en las vías de las grandes ciudades de Colombia. Según el general Óscar Atehortúa, director de la Policía, “a lo largo del día se desarrollaron 313 actividades, en un compendio de marchas, concentraciones e inclusive bloqueos en algunas partes puntuales de las ciudades”.
(Lea: Cacerolazo en Bogotá en apoyo al paro nacional)
Y agregó que los cálculos de agentes y funcionarios acerca de la afluencia de personas le dio que, a lo largo y ancho de Colombia, unas 207.000 personas marcharon ayer. “Vanagloriamos que hayan hecho uso de esta posibilidad constitucional que nos atribuyen las normas colombianas”, aseguró el General.
No obstante, Diógenes Orjuela, presidente de la CUT, afirmó que estas cifras fueron minimizadas y, en sus cuentas, salieron dos millones de ciudadanos.
Por su parte, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, dijo que “en términos generales los participantes en las marchas lo hicieron de manera pacífica”, e indicó que con base en la autonomía de las autoridades locales para expedir medidas de excepción “el alcalde de Cali nos notificó de una medida, que es el toque de queda en la ciudad con el ánimo de prevenir una serie de alteraciones, de delitos, de vandalismo que se están presentando en algunos sectores de la ciudad”.
BALANCE POR CIUDADES
Esta decisión la tomó el primer mandatario caleño, Maurice Armitage, argumentando que “no tengo otra medida distinta a poner el toque de queda a partir de hoy (ayer) a las 7 p.m., debido a que una serie de vándalos, desadaptados y delincuentes están atracando y saqueando negocios, lo cual no podemos admitir. Les caerá todo el peso de la ley”.
En la capital del Valle, entre otras, varias estaciones y 11 buses del sistema masivo de transporte de la ciudad (MIO) fueron vandalizados, y, en total, hubo 18 puntos donde se presentaron bloqueos. Uno de los sectores más afectados fue el sur, donde queda la Universidad del Valle y otras instituciones de educación.
En Bogotá, por su parte, las marchas pacíficas se diluyeron hacia las 4:30 p.m., cuando algunos encapuchados ingresaron parcialmente al Capitolio Nacional, llevando a que miembros de la Fuerza Pública contuvieran su avanzada a los pasillos del edificio donde funciona el Congreso.
En otros tres puntos se vivieron tensos momentos: el centro de la ciudad, la Universidad Nacional y la localidad de Suba, donde delincuentes prendieron fuego a contenedores de basura. En la jornada se registraron 35 estaciones de TransMilenio y 19 buses del sistema vandalizados.
No obstante, la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, dijo que “el despeje de la Plaza de Bolívar por parte de los manifestantes demuestra que la mayoría eran jóvenes en actitud pacífica. Solo los pocos vándalos se quedaron destruyendo. Tenemos una juventud que en su mayoría tiene actitud pacífica y seguiremos escuchándolos constructivamente”.
En Medellín la mayoría de la jornada se vivió en tranquilidad. Los manifestantes caminaron en cercanías al centro de la ciudad y al noroccidente, donde comenzaron a aparecer encapuchados cerca a la Universidad de Antioquia, que aumentaron la tensión. Sin embargo, los estudiantes y marchantes evitaron que escalara la violencia en ese punto. El metro de la ciudad no tuvo estaciones cerradas y solo el tranvía y algunos buses tuvieron que hacer desvíos en sus rutas.
Pasando a Santander, en Girón y Floridablanca se ordenó la ‘ley seca’ hasta ayer a la medianoche, mientras que en Bucaramanga, el servicio de Metrolínea presentó intermitencia por desvíos en dos de sus rutas y una de sus estaciones quedó vandalizada, como también le pasó a varios cajeros automáticos.
Al norte del país, en Barranquilla, las autoridades reportaron normalidad durante gran parte del día, aun cuando durante cuatro horas y media se presentaron bloqueos y cierre de operaciones de Transmetro. “¡Barranquilla marchó en paz y tolerancia! Los barranquilleros demostraron una vez más un comportamiento ejemplar a nivel nacional, marchando de manera pacífica y sin alteraciones del orden público, respetando los bienes públicos y privados. ¡Así debe ser siempre!”, escribió el alcalde Alejandro Char en su cuenta de Twitter.
En tanto, Cartagena dio ejemplo durante la jornada, según el alcalde, Pedrito Pereira. Los dos grandes compromisos que se efectuaban en la ciudad: los Juegos Nacionales y la llegada de tres cruceros no sufrieron alteraciones; el único inconveniente lo presentó un grupo de manifestantes que querían marchar hasta Bocagrande, pero fueron retenidos.
En el sistema Transcaribe, finalmente, hubo un servicio intermitente, aunque las estaciones Centro y Bodeguita estuvieron cerradas durante varias horas.
APOYO A LAS MARCHAS EN PAZ Y RECHAZO A LA VIOLENCIA
A pesar de las numerosas marchas que afectaron la movilidad, los principales corredores de Colombia no se vieron afectados por las protestas. La Policía de Tránsito envió un parte de tranquilidad, ya que las vías principales del país no fueron bloqueadas. De igual forma, la Aerocivil reportó que la operación se desarrolló de manera normal durante el día, en el cual se movilizaron cerca de 60.000 personas.
En general, según Bruce Mac Master, presidente de la Andi, el lunar de la jornada fue la violencia que hubo al final de las marchas. “Es completamente absurdo que se destruyan bienes públicos. Es ir contra toda la ciudadanía. Los bienes públicos sirven a toda la población”, escribió en su cuenta de Twitter.
En tanto, Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT, una de las organizadoras, afirmó que: “Hay un acumulado de problemas que nosotros esperamos que empecemos a revisar luego de la jornada, así sea en una gran mesa nacional de concertación”. Y Fernando Carrillo, procurador, señaló que “lo que pudo haber ganado hoy (ayer) la democracia en las calles de manera pacífica, se está perdiendo por la acción de unos violentos”.
Finalmente, Jorge Bedoya, presidente de la SAC, afirmó: “Saludó que en la mayoría de la jornada la gente se comportó bien, e incluso controlaron a algunos que pretendían hacer daño, pero lamentable lo sucedido en Cali y Bogotá. Rodeamos a nuestra Fuerza Pública y Fiscalía para que puedan judicializar a los que mancharon, más no opacaron la virtud a quienes se manifestaron”.