De acuerdo con las cifras de la Federación Colombiana de Productores de Papa, Fedepapa, pese a la importancia de este alimento en la dieta diaria de la mayoría de hogares colombianos, la producción no pasa de ser un cultivo de subsistencia y no existe ambición de extenderse a mercados internacionales.
El gerente de la entidad, Germán Augusto Palacio Vélez, indicó que en Colombia se cultivan unas 60 variedades de papa en 130.000 hectáreas con una producción de 2,7 millones de toneladas que abastecen el mercado nacional. La venta del tubérculo en el exterior, en estos momentos, es nula por los problemas económicos que afronta Venezuela, que era el mercado natural para la exportación.
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Con estas cifras, si tenemos en cuenta que en Colombia existen 100.000 productores de papa, se puede afirmar que los cultivadores solo siembran un poco más de una hectárea de papa cada año. “Es una producción de economía de subsistencia, no se produce a niveles industriales como se da en países europeos o en otros lugares en donde los promedios son de cincuenta, sesenta y cien hectáreas por finca”, expresó el dirigente gremial.
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Los países de la Comunidad Económica Europea son, hoy por hoy, los mayores productores y abastecedores de papa en el mundo. Allí los gobiernos imponen condiciones claras y de apoyo para el acceso al crédito con disponibilidad de maquinaria y estrategias de comercialización; en Colombia no: “Los escenarios que enfrentamos no nos hace atractivos debido a las dificultades para obtener créditos, los problemas históricos de titularización de las tierras y la forma de acceso a la tecnología, que es muy difícil”, explicó Palacio Vélez. Esto hace que en el ámbito internacional no seamos competitivos.
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A su turno el agricultor José Quintana, quien cultiva papa en Zipaquirá, Cundinamarca, expresó que desde el año anterior, después del fenómeno de ‘El Niño’, el clima ha estado excepcional y la producción de papa ha sido muy buena. No obstante, se siente abandonado por la falta de apoyo del Gobierno con políticas que fortalezcan a los campesinos y fomenten el acceso al crédito y la posibilidad de importar equipos que se puedan acomodar a las características de la producción de papa en el país. Además, dijo, que los precios se han mantenido bajos y cada vez, la importación de papa congelada gana más terreno.
A este respecto, el gerente de Fedepapa indicó que las importaciones del tubérculo precocido y congelado desde países de la Comunidad Económica Europea viene creciendo de manera preocupante. En el 2013 se tasó en 13.000 toneladas y para el 2017 se estima en 45.000 toneladas, que en términos generales significa el desplazamiento de 260.000 toneladas de papa en fresco, que representa un 10% de la producción nacional.
Frente a estos hechos, la Federación Colombiana de Productores de Papa le solicitó al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, que investigue la posibilidad de un dumping en las importaciones de papa congeladas, preparadas o conservadas. El dumping, consiste en vender la papa que viene del exterior a precios por debajo del costo de producción, para eliminar la competencia; “Estamos a la espera de que se falle a nuestro favor”, destacó Germán Augusto Palacio Vélez.
