El Dane publicó recientemente los datos del PIB de Colombia correspondientes a 1T18, los cuales mostraron un crecimiento económico de 2.2% a/a , superior al 1.8% de 4T17 (revisado al alza desde 1.6%) y a nuestra expectativa de 1,9%.
Estos son los primeros resultados bajo la nueva metodología de cuentas nacionales, que toma el año 2015 como base para el cálculo del PIB a precios constantes y además cambia la clasificación de los sectores productivos.
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Los datos estuvieron en línea con lo que esperaba BanRep (2,3%), al mostrar un crecimiento bajo pero mayor al de 2017 que en buena parte se explicó por el mejor desempeño de los sectores relacionados con el consumo de los hogares, y a pesar del importante deterioro en la construcción.
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Creemos que esta información confirma que la política monetaria expansiva de los últimos meses ya está impulsando la actividad económica, de manera que seguimos esperando que la tasa de interés se mantenga inalterada en la próxima reunión de BanRep en la que habrá decisión, en junio.
SEÑALES DE FORTALEZA EN EL CONSUMO PRIVADO
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El crecimiento de la actividad económica estuvo impulsado en gran medida por el buen desempeño de sectores estrechamente relacionados con el consumo privado; en este sentido, esperamos que los datos del PIB por el lado de la demanda confirmen que este componente, que representa cerca del 60% del PIB total, impulsó la aceleración del crecimiento económico en 1T18.
En efecto, el sector comercio, transporte y alojamiento, presentó una importante recuperación creciendo a una tasa de 3,9% frente al débil 0,4% observado en 4T17.
Este comportamiento respondió a la aceleración del comercio de bienes y los servicios de alojamiento y restaurantes, componentes que en conjunto aportaron 0,6 p.p. al crecimiento del PIB total.
Lo anterior sugiere que el consumo privado, y en consecuencia la demanda interna, estarían finalmente mostrando un fortalecimiento importante en medio de un escenario de menor inflación, tasas de interés más bajas y una mayor confianza de los hogares.
En efecto, tanto el gasto de los hogares medido por Raddar como el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo han venido corroborando la mejora en la percepción de los individuos sobre el estado de la economía.
En particular, el ICC ha mostrado una mejora persistente en los últimos meses, y en abril volvió a ubicarse en terreno positivo luego de registrar valores negativos durante más de dos años y medio.
Otro sector que contribuyó de forma importante a la aceleración del PIB en 1T18, y que está relacionado tanto con el gasto privado como con el gasto del gobierno, fue el de administración pública y defensa, educación y salud, al aumentar su crecimiento desde 4,3% en 4T17 hasta 5,9%.
Asimismo, el sector de actividades profesionales, científicas y técnicas, que incluye servicios de consultoría y asesoría, presentó una variación de 5,6%, muy superior al 1,2% de 4T17, con lo cual su aporte al crecimiento total del PIB se incrementó en 0,3 p.p.
MAL RESULTADO DE SECTORES DE INVERSIÓN
Por su parte, los sectores que restaron al cambio del crecimiento entre 4T17 y 1T18 fueron la construcción y el minero-energético.
Si bien habíamos anticipado que el sector constructor tendría un débil desempeño por cuenta de los resultados del Indicador de Inversión en Obras Civiles y el Censo de Edificaciones, la caída de 8,2% registrada en 1T18 no deja de generar sorpresa toda vez que, además de ser muy superior a la de 4T17, es la mayor contracción del sector desde 2T10 y un resultado preocupante teniendo en cuenta que este genera cerca del 6% del empleo a nivel nacional.
Esta caída respondió a una contracción en todos los componentes del sector. El subsector de edificaciones se contrajo a una tasa de 9,2%, superior a la caída registrada en 4T17 (-5,9%), y contribuyó con 0,4 p.p. a la caída del sector.
Por su parte, el subsector de obras civiles presentó un comportamiento imprevisto al contraerse 6,4%, luego de haber crecido cerca de 7% en 4T17 y presentar crecimientos elevados durante todo 2017.
De forma similar, la minería aumentó su caída al pasar de contraerse 1,8% en 4T17 a caer 3,6% en 1T18.
Lo anterior estuvo explicado principalmente por una fuerte caída en la extracción de carbón (-8,1%), a lo cual se sumó la desaceleración del crecimiento en la extracción de petróleo (0,8% vs 1,9% en 4T17).
A estos sectores se sumó el industrial, el cual, aunque presentó una variación menos negativa frente a 4T17, restó 0,1 p.p. al crecimiento del PIB.
Dado el peso que tienen estas actividades dentro de la inversión fija (formación bruta de capital fijo), lo anterior sugiere que los datos del PIB por el lado de la demanda mostrarán una importante desaceleración de este componente del PIB e incluso estimamos que habría registrado una variación negativa.
En efecto, la inversión fija se habría visto afectada por la incertidumbre que genera el proceso electoral en el país, y estaría postergando los planes de inversión de las empresas para el periodo posterior a las elecciones.
EFECTO DE PRÓXIMAS DECISIONES DE BANREP
El resultado de crecimiento del PIB es un insumo crucial para las decisiones de política monetaria del BanRep.
La próxima decisión de movimientos en la tasa de interés se realizará en junio y para ese momento, además de conocer el dato de crecimiento de 2,2%, que no generó mucha sorpresa frente al 2,3% que estaban esperando, se conocerá el dato de la inflación de mayo. Esta, según nuestras estimaciones, permanecería relativamente estable frente al registrado en abril, presentando una variación mensual de 0,21%, equivalente a una variación anual de 3,11%.
Con lo anterior, consideramos que la probabilidad de reducir la tasa en 25 puntos básicos se mantiene baja, lo que nos lleva a ratificar nuestra expectativa de que la tasa repo se mantendrá inalterada en un nivel de 4,25%.
Julio César Romero y Maria Paula Contreras
Economista Jefe de Corficolombiana **Especialista Macroeconómica