El índice de pobreza multidimensional (IPM) continúa su curva descendente. Según el Dane, entre el 2018 y 2022, este indicador cayó 6,2 puntos porcentuales, al pasar de 19,1% al 12,9% al cierre del año pasado.
(Pobreza multidimensional pasó de 16% en 2021 a 12,9% en 2022).
En 2020, por cuenta de la pandemia, el IPM registró un pico, al ubicarse en 18,1%, luego de haber registrado en 2019 un 17,5%. Sin embargo, desde ese momento, la curva bajista se aceleró.
De acuerdo con el más reciente informe del Dane, la cifra de 2022 (12,9%) es 3,1 p.p. más baja respecto a la de 2021 que fue de 16,0%.
Por su parte, en las cabeceras del país fue del 8,7% (-2,8 puntos porcentuales) y en los centros poblados y rural disperso fue del 27,3 % (-3,8 puntos porcentuales).
De los 15 indicadores que componen esta medición, la cual calcula las condiciones de vida de las familias y las necesidades insatisfechas de los colombianos, solo una registró un leve incremento y fue el de Bajo logro educativo, que en 2021 se mantuvo en 40,8%, mientras que en 2022 llegó a 40,9%.
Las demás registraron variaciones negativas estadísticamente significativas, reveló el Dane.
Según las cifras del Dane, el índice de trabajo informal es el que más incidencia tiene en este indicador.
Para el 2022, este índice se ubicó en 72,7%, mientras que en 2021 fue de 73,5%. Sin embargo, aunque tuvo una variación negativa de 0,8%, aún se mantiene en niveles altos.
(En vivo: Dane presenta resultados de la Pobreza Multidimensional 2022).
“Llama la atención que, aunque se presenta una ligera caída del índice en el sector informal comparado con 2019, este se mantiene en niveles altos ubicándose en 72,7%; sin embargo, en las cabeceras municipales de ubicó en 67,7% y 90,9% en las zonas rurales, lo que hace un llamado de alerta que debemos tener en cuenta si se quiere seguir con la tendencia a la baja”, señaló la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, sobre el dato de pobreza multidimensional publicado por el Dane.
Al respecto, Lacouture manifestó que la ponencia del proyecto de reforma laboral como está hoy previsto, podría generar un impacto mayor y directo sobre el aumento en la informalidad, que afectarían la reducción de la pobreza en el país.
Según la presidenta de AmCham Colombia, de aprobarse la reforma laboral los costos de nómina se incrementarían de forma importante y “los empresarios tendrían serias dificultades para generar el empleo en las mismas dimensiones que se está dando en la actualidad, lo que ocasionaría que la población opte por el rebusque o trabajo informal, traduciéndose en una mayor probabilidad de caer en pobreza, una brecha social que ha sido un reto histórico para el país”.
('Top': los sectores con más trabajadores informales en el país).
Con base a datos de Fedesarrollo, según los cuales el 72% de quienes tienen un empleo formal superan la pobreza, AmCham hace un llamado para que la reforma laboral estimule mayor empleo formal, que brinde condiciones tanto a las empresas como a los trabajadores hacia la formalidad.
Agrega que también es necesario fortalecer la educación básica, ya que la precarización o ausencia de esta es el segundo índice que incide en los niveles de pobreza y en el largo plazo en un menor crecimiento económico y social.
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