Las plenarias de Senado y Cámara avanzaron este miércoles el debate de la reforma tributaria, el cual, al cierre de esta edición, tenía por lo menos tres cuartas partes aprobadas en el Senado. Sin embargo, aún son varios los temas que generan dudas, mientras que otros han sido recibidos con buenos ojos.
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Portafolio consultó a los decanos y directores de la carrera de economía de varias universidades de diferentes regiones, quienes expresaron su postura sobre el articulado.
Desde Medellín, César Tamayo, decano de la Escuela de Finanzas, Economía, y Gobierno de la U. Eafit, aseguró que se trata de una reforma mas bien “normalita”. Esto, según explica, porque recaudará mucho menos de lo que inicialmente se esperaba, aunque la ambición original era “desproporcionada”. Por otro lado, dice, “es bastante mediocre en términos de calidad”.
Según el decano, es ‘muy lamentable’ no haber sido capaces de ampliar la base, haber sostenido un montón de exenciones injustificadas como las de las pensiones altas, mantener la tarifa de renta corporativa en sus altos niveles, y “profundizar un modelo de tasas diferenciales para ciertos sectores que el gobierno cree que deben pagar más, como el financiero y minero-energético”.
Así mismo, Jorge Alberto Calle D Alleman, decano de la Escuela de Economía, Administración y Negocios de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), dijo que una cosa es como entra la reforma al Congreso y otra como sale de la plenarias.
Calle aseguró que para Antioquia y sus industrias, en particular, “el tema de ultraprocesados generará una necesidad de ajuste en relación con la oferta y mejoramiento de los productos si no se quiere ser presa de la reforma tributaria en estos temas”.
Enrique Ramírez, decano de la Facultad de Administración y Economía de la U. Icesi (Cali) también mencionó que las metas de recaudo de campaña son distintas de las que finalmente se logran aprobar.
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Frente al impuesto al sector de hidrocarburos, reconoció que “el cambio de un impuesto a las exportaciones de petróleo y carbón por una sobretasa en renta, hace menos daño de lo que inicialmente se había planteado y es acertado”.
Ramírez cuestionó la eliminación del gravamen a pensiones altas, y calificó de progresivo el impuesto al patrimonio.
Andrés Vargas, director del departamento de Economía de la U. del Norte (Barranquilla), dijo que considera que la reforma va en el camino de mejorar la equidad vertical y horizontal entre contribuyentes, y en generar condiciones para acelerar la reconfiguración energética del país.
Sin embargo, aseguró que, en el corto plazo, “los cambios propuestos tienden a desincentivar la inversión, especialmente en los sectores minero energéticos”. A nivel regional, el efecto directo del incremento en la tributación efectiva de las empresas de minería e hidrocarburos indica, se sentirá especialmente en los departamentos productores y en donde hay perspectivas prometedoras, situación que en el Caribe toca a La Guajira y Cesar.
“La ambición en la transición energética es deseable, pero ello requiere proceso gradual y planificado en el que los combustibles fósiles producen recursos necesarios para apalancar la transición”, dijo.
La decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la U. Nacional, Juanita Villaveces, dijo por su parte que hay un esfuerzo por la progresividad. “Se mantienen la idea de fortalecer la cultura tributaria, que los colombianos sepamos la importancia de pagar impuestos, y por eso el día sin IVA no está presente, y se ha discutido el tema de la cárcel para evasores”.
La economista criticó que se haya sacrificado el tema de las pensiones altas, y dijo que hay elementos interesantes, como el impuestos a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.
(Además: Persiste la inconformidad de los gremios por la reforma tributaria).
Así mismo, Antonio Alonso González, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la U. El Bosque, dijo que “se necesita que el modelo presentado defienda una redistribución de las obligaciones tributarias, y que vele por la progresividad y la equidad, sin castigar, sin embargo con excesiva fiscalidad a sectores o grupos poblacionales que puedan verse ahogados por la carga impositiva en su aplicación”.
Laura Lucía Becerra Elejalde-