Si el país tiene casi 3,5 millones de dosis de vacunas, preocupa ver que se han aplicado menos de la mitad y se han distribuido menos de las disponibles.
(Lea: Desigualdad en el acceso a vacunas es ‘grotesca’: OMS)
La clave en la velocidad de vacunación del país, que en promedio está en 46.328 dosis diarias, está en tres aspectos: uno es la disponibilidad de las vacunas, el otro es la distribución y el ordenamiento que hacen las autoridades locales, y el tercero es la ubicación de las personas que serán inmunizadas y que están priorizadas.
(Lea: Vacunas, nueva apuesta del ‘soft power’ de China)
“Hay varias limitaciones, primero en la disposición de las vacunas que depende de las farmacéuticas, y hay otra realidad y es la diferencia en los territorios, desde el envío que se hace desde Bogotá, no es lo mismo que lleguen a Cali, Barranquilla o Medellín a que lleguen a otros sitios donde se requiere más logística que un avión”, explicó Carlos Álvarez, coordinador nacional de estudios sobre el Covid-19 en Colombia.
En las limitaciones geográficas que tiene Colombia, está también la distribución a las áreas rurales, por tanto se ha tenido en cuenta en la asignación de vacunas para incluso poder garantizar la cadena de frío y el mantenimiento de cada una de las dosis.
“Hay otro aspecto y es ubicar a las personas que se deben vacunar. No es lo mismo en una ciudad a una región poco poblada, y como se tiene una priorización, es distinto a un llamado masivo”, agregó.
De acuerdo con el experto, es vital cumplir con el cronograma, el Gobierno debe garantizar la llegada de las vacunas y en abril el volumen aumentará, lo que ayudará a mejorar la velocidad, además las autoridades locales, EPS e IPS podrán acelerar.
Ayer se aplicaron 61.550 dosis, la cifra más alta desde hace una semana y se espera superar el umbral de 100.000 dosis por día.
De otro lado, la Secretaría de Salud del Meta es requerida por la Supersalud irregularidades en el plan de vacunación por un presunto caso de salto a la fila, demoras en las bases de datos y fallas en el procedimiento de un adulto mayor de 84 años.