El auditorio Esteban Jaramillo del Ministerio de Hacienda, en pleno centro de Bogotá, será este lunes el escenario para terminar de construir la ponencia de primer debate del Presupuesto General de la Nación (PGN) del 2020.
Allí, ponentes y coordinadores del proyecto se verán las caras con distintos funcionarios del Gobierno Nacional, con el fin de resolver tres puntos, que siguen estando en el tintero para lograr las sumas y restas del próximo año.
(Presupuesto General de la Nación 2020 privilegiará el gasto social).
El primer punto del día estará centrado en la venta de activos, aun cuando el pasado 21 de agosto, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró a medios que: “No necesitamos vender activos este año. La situación fiscal está completamente bajo control y en junio tenemos un superávit primario bastante importante y la mejor dinámica fiscal que hemos tenido en muchos años”.
No obstante, la historia es otra de puertas para adentro. Varios congresistas le confirmaron a este diario que la enajenación (directa o indirecta) de activos por $8 billones sigue en pie, según les confirmó el Ministro en las reuniones de la semana pasada.
Las discusiones giraron en torno a la posibilidad de lograr esta cifra con la salida de posiciones por parte del Gobierno, “sobre todo porque al tratarse de ventas directas y de muchos recursos, los procesos toman más de un año y los dineros no se lograrían obtener en la vigencia 2020”, dijo uno de los asistentes a las reuniones pasadas.
(Ponentes no ven cómo se va a financiar el presupuesto 2020).
En segundo lugar está la posibilidad de revisar cambios en las vigencias futuras que se tendrían que pagar el próximo año, particularmente por aquellos proyectos que actualmente no están en ejecución (sobre todo la Ruta del Sol II), de tal modo que los dineros se cancelen en años futuros y se permita usar dicho cupo para financiar el PGN.
Finalmente, se revisarán detalles del endeudamiento que tiene el Gobierno Central y el posible efecto que tendría la devaluación en un incremento del mismo, sobre todo porque esto puede presionar el cumplimiento de la meta de déficit fiscal del 2020, de 2,3% del PIB, que debe cumplir el Ejecutivo, tras la flexibilización del comité consultivo.
La importancia de cubrir estos faltantes en el papel aumenta cada día, ya que los ponentes y coordinadores tienen hasta este domingo para definir si debaten el PGN 2020 con el monto presentado por el Minhacienda de $271,7 billones o si, como lo han planteado algunos, “se usan cifras más conservadoras”.
Según la ley del Presupuesto, la fecha máxima para fijar la cifra total es el próximo 15 de septiembre, momento en el cual comienza la contrarreloj de 10 días -hasta el 24 del mismo mes- para aprobar en primer debate todo el proyecto de ley.
PROPOSICIONES
Los congresistas, no obstante, ya están preparando su arsenal para cuando llegue este momento. En la secretaría de las comisiones económicas conjuntas ya reposan otra 17 peticiones de cambio para agregar o modificar el articulado presentado por el Gobierno.
Entre estas se encuentran, por ejemplo, una que busca que el Ministerio de Minas pueda financiar proyectos de líneas de crédito con tasa compensada, con el fin de apalancar la formalización de los pequeños mineros.
Asimismo, está otra que pretende que los recursos a instituciones públicas de educación superior se asignen “con criterios de equidad”, sin especificar cómo sería esto. En tanto, una más pide añadir $100.000 millones al PGN para culminar las obras de la vía Charalá – San Gil, en Santander.
Otra propuesta que reposa en la Secretaría pretende añadir $15.000 millones para la construcción de un centro de convenciones en Sucre, mientras que una más le daría vía libre a que dentro de los rubros del PGN se les asignen recursos a las recién creadas Regiones Administrativas y de Planificación (RAP). Incluso, una congresista del Centro Democrático propuso que el Minhacienda destine $10.000 millones en los gastos del Estado para “continuar la recuperación del patrimonio arquitectónico del Capitolio Nacional”, que es donde sesionan los propios parlamentarios.
Como estas se espera que en los próximos días sigan aterrizando nuevas proposiciones por parte de los congresistas, de tal modo que a partir de la próxima semana sean discutidas en las reuniones en el Minhacienda y en el Salón Elíptico del Congreso.
Una vez las comisiones económicas surtan el primer debate, a las plenarias de Senado y Cámara -que deben sesionar de forma paralela, por tener mensaje de urgencia el proyecto- les quedará poco menos de un mes para sacar adelante la propuesta que, por ley, debe quedar aprobada antes de la medianoche del 20 de octubre.
De no lograr este plazo, el presidente Iván Duque expediría el Presupuesto del 2020 vía decreto.
REFORMA, ¿A FAVOR?
El futuro de la Ley de Financiamiento, que debate la Corte Constitucional, podría afectar los ingresos este año, pero darle un respiro al Gobierno en el 2020. Y es que si bien el Gobierno declararía la emergencia económica si le llegan a faltar recursos para financiar el PGN del 2019, analistas coinciden en que el archivo de la reforma le favorecería. Esto, pues quedarían eliminadas las nuevas exenciones creadas para las empresas, de tal modo que –según cálculos de Anif– el Estado recibiría unos $8 billones en el 2020, $9 billones en el 2021 y $10 billones en el 2022, lo que le cuadraría la caja durante el cuatrienio del gobierno Duque.