Recientemente tuvimos honrosas noticias para la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) y por ende para Colombia. Me honra haber sido reelegido al Buró del Comité de Competencia de la Ocde hasta diciembre de 2022, designación que se hace a título personal, aunque como es sabido el cargo de Superintendente es de libre nombramiento y remoción, muy a pesar de las mejoras que se quisieron incluir en el período de acceso de Colombia a la organización para darle independencia y autonomía al cargo, lo que en la configuración actual y ante la decisión del H. Consejo de Estado de anular el período fijo, sigue sin ser una realidad.
En igual sentido, María Carolina Corcione, Superintendente Delegada para la Protección del Consumidor de la SIC, fue elegida miembro del Buró de Consumidor de la Ocde hasta diciembre de 2022.
Por si fuera poco, esta semana fui reelegido como miembro del Buró de Datos de la Ocde también hasta diciembre de 2022, lo que se suma a la Presidencia de la Red Iberoamericana de Autoridades de Datos que actualmente detentamos.
Aunque estas dignidades sean a título personal, es nuestro sentir que son importantes, no solo por la entidad, sino para Colombia, que sin lugar a dudas ha logrado los más importantes espacios en las organizaciones y redes internacionales más relevantes, lo que da cuenta de una autoridad técnica, especializada, respetada y que está en la agenda global con el único y legítimo interés de proteger a los consumidores, garantizar la libertad económica, la libre empresa, la libre competencia, garantizar los datos personales y la privacidad, y ser un garante de los derechos de la propiedad industrial, que son de la esencia de la empresa, la innovación y la competitividad.
En esta administración ya tuvimos el honor de ser presidentes de la Red de Autoridades de Consumidor (ICPEN por sus siglas en inglés), somos miembros del comité directivo y copresidentes del grupo de abogacía de la competencia de la Red de Autoridades de Competencia (ICN por sus siglas en inglés), y esta semana recibiremos la presidencia de la Red de Consumo Seguro y Salud de la OEA.
Solo a medida que la SIC siga siendo relevante a nivel global, mostrando el inmenso trabajo que se hace desde el territorio para proteger al consumidor, con programas como la Red Nacional de Protección al Consumidor, hasta la labor titánica de investigar y desarticular carteles y sancionar prácticas restrictivas de la competencia, lograremos involucrar a todos los sectores y actores en el concepto de que la competencia y el consumidor nos deben importar a todos.
Se acercan elecciones, ojalá que la libre empresa y el bienestar del consumidor estén en los programas y se debatan con rigor y propuestas.
ANDRÉS BARRETO GONZÁLEZ
Miembro de los Burós de Competencia y Datos de la Ocde