Son más de 20 años los que Orit Gadiesh ha invertido en gestión y estrategia corporativa. Desde 1993 ha sido la presidenta del consejo de administración de la consultora Bain & Company, y han sido tales sus logros y liderzago que es reconocida por ser una de las mujeres más poderosas en los negocios en el mundo.
Ofrece su experiencia como estratega a las comunidades académicas, empresariales y cívicas, lo cual la ha hecho miembro de diferentes consejos en las principales instituciones y organizaciones de economía y la academia global. Habló con Portafolio sobre la realidad política global y de sus perspectivas.
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Bueno, tiene un punto de vista privilegiado para ver el mundo. ¿Cuál es el estado del mundo hoy? Porque la incertidumbre parece estar en el nombre del juego...
Esa es una gran pregunta. En el estado actual del mundo diría que hay más incertidumbre que la que hubo, por ejemplo, hace dos o tres años. Se ven dos cosas importantes que están sucediendo: una en la arena política por un mayor un movimiento hacia el nacionalismo o, si se quiere, al chovinismo, que tiene un impacto en los negocios casi por definición. Por otro lado, y relacionado con eso, está un gran impacto en la cotización del comercio entre la globalización. Una gran parte de eso no es solo la parte chovinista o la nacional, sino que también los grandes cambios en tecnología digital y, entre esos dos, es importante la forma en que se realizan los negocios. Hay una ruptura en el ámbito político, tecnológico y empresarial al mismo tiempo.
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Las economías emergentes siguen creciendo más rápido que las industriales tradicionales, ¿Lo ve así a futuro?
Primero, China es una de esas economías emergentes y eso contribuye bastante. Creo que depende si esos países se ajustan al nuevo mundo. Si utilizan las tecnologías para cambiar realmente las industrias, buscan nuevos lugares para innovar y así sucesivamente, entonces pueden continuar creciendo más rápido, pero creo que realmente ahora está en las manos de cada una de las economías, en las de desarrollo y en las desarrolladas.
¿Cómo está este panorama en el mundo corporativo? ¿Cómo deben adaptarse las empresas ante un mundo que cambia rápido?
Primero tienen que adaptarse muy rápido, lo cual es algo nuevo. Realmente es un cambio de velocidad en las cosas, pues hay muchas en las que pensar. Hay algunos ejemplos que son claves: ¿Dónde tienes las cadenas de suministro? ¿Tiene que hacer que la mano de obra sea más grande o no? ¿Se trata de más servicios de manufactura o la tecnología le permite localizar más y evitar riesgos políticos o en el transporte?
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En general las empresas realmente necesitan dar un paso atrás y comenzar a pensar en la tecnología, de una manera que les permite prevenir las interrupciones que ahora son muy reales para asegurarse de que no ocurran.
Las personas solían pensar en una estrategia para el futuro en lugar de reaccionar a los desafíos; deben ajustarlo en términos de su propia tecnología y su capacidad para incorporar esa tecnología en lo que está haciendo, y cambiar lo que está realizando en términos de su oferta a sus clientes.
Y esto es así casi en todas partes, ya sea una empresa B2B o B2C. La forma en que la gente está comprando las cosas ya cambió, se piensa distinto respecto a las marcas y los criterios que usan para adquirir productos son diferentes, pero también es cierto que la cadena de suministro B2B cambia la capacidad con 5G e internet de las cosas.
Eso implica que su talento sea más organizado y que en lugar de esas jerarquías a las estaban acostumbrados en muchos lugares se comienzan a ver formas mucho más flexibles de trabajar en las empresas, que se unan en grupos para resolver asuntos en un determinado período de tiempo y luego pasar a otro lugar. Entonces, cambia la forma en la que piensa dónde puede aportar su talento, el tipo de personas que necesita, el tipo de habilidades, cómo las organiza, la capacitación y la promoción.
No solo es cómo puedo aprovechar al máximo el negocio en el que estoy, sino empezar a pensar en otros negocios relacionados porque, aparte alguien más entrará en esa industria. Esa ruptura en el negocio es horrible para las empresas.
Es fantástico para el avance del mundo, pero es algo aterrador para las compañías, y con razón.
¿Hay sectores muy específicos que están más expuestos a esa ruptura, o lo está todo el mundo?
Hay un gran cambio en los medios, no solo en los periódicos, también en el entretenimiento, en el comercio minorista, en cómo están haciendo las cosas y en los enfoques, saber qué es eso que los consumidores realmente quieren, qué tan conveniente están siendo. Son enormes los cambios en la forma en que las empresas de productos de consumo ven el mercado, en parte debido a la forma en que las personas compran, pues cambia la forma en que llegan al cliente.
De nuevo es, si quieren dar servicio en lugar de un producto, ¿cuántos productos diferentes desean? ¿Qué tan conveniente es enviar ese producto? ¿Es sensible nuestra gente a la sostenibilidad? Estamos en una situación en que los operadores de los bancos cambian drásticamente.
Realmente no puedo pensar en un negocio que no está en proceso de ser cambiado o que ha cambiado drásticamente.
¿Cuál es el papel de un consultor en este mundo?
Es un mundo aterrador, pero podemos ayudar. Las personas solían hablar de su estrategia de cinco a diez, y ahora no es cómo tener una estrategia, a veces es cómo reaccionar al desafío, cómo empezar con las cosas que crees que van a ser importantes o que podrías estar experimentando, y creo que lo más importante es cómo ayudarte a hacer que las cosas sucedan.
Bastantes consultoras han tenido un enfoque de: déjame decirte eso, déjame darte un informe, pero para nuestra compañía es mejor entregar resultados en lugar de un informe.
Cada vez más es mejor trabajar con la organización para hacer que las cosas sucedan.
Una de las principales preocupaciones a futuro es la naturaleza del trabajo. Los trabajos van a ser relevantes o no. ¿Cuál es su percepción de eso?
Creo que es algo muy importante de qué preocuparse. La naturaleza de los empleos cambiará drásticamente. Es importante hacer énfasis en la educación y la enseñanza para aprender nuevas habilidades, eso es realmente urgente e implica no solo a los gobiernos, sino también a las empresas, y se requiere que las personas empiecen a pensarlo. Así que todos tendrán que tomar parte, si realmente no piensan en capacitar a la fuerza laboral, entonces creo que se quedará atrás.
¿Cuál es su percepción de Colombia?
Me gusta Colombia. Pienso que es un lugar muy interesante, un país relativamente estable políticamente que está en una muy buena ubicación si piensas en América Latina, y hay gran interés en esta parte del mundo.
Tiene una cultura que es muy fácil para los extranjeros y buenas prácticas comerciales. Ahora la Ocde y otras organizaciones saben eso, lo que es una gran plataforma para el país y a nivel regional.
Creo que necesita hacer algunas cosas en el área de educación y creo que sería genial si, como país, probablemente con el Gobierno, empiece a pensarse como una plataforma de innovación. Así puede tener un impacto no solo en las empresas que compiten aquí, sino también en las empresas a nivel internacional, y hay muchos países que lo han hecho.
Colombia no tiene ningún tipo de escala natural como en el petróleo o las minas, ni tampoco respecto al gran número de personas que tienen China o India, pero si encuentran una ventaja en una renovación, como lo que Brasil ha hecho con la agricultura o lo que China está haciendo, realmente podría convertirse en una nación en línea a una velocidad increíble.
Israel es otro buen ejemplo de este proceso, un país muy pequeño que ha logrado hacerlo. Al ver su situación actual, se puede observar como está rodeado por sus enemigos, pero tiene un ejército que ha tenido que inventar muchas cosas, y precisamente mucha de su innovación viene de ahí.
Pero su proceso de incubación inició hace 30 años, reconoció que no tiene muchas cosas y, por eso tiene muy claro los ámbitos en los que tiene que ser muy bueno. Y esa es la clave, realmente tienes que ser muy bueno pues eventualmente tienes que salir al mundo.
No sé si están teniendo ese tipo de discusiones aquí.
¿Cuál es su percepción de América Latina en este momento?
Es complicado. México creo que todavía es un signo de interrogación, tiene un nuevo líder que asusta a algunas personas y, en realidad, hace algunas cosas muy controvertidas y que son sorprendentes. Pero es relativamente temprano, no sabría cómo juzgar a dónde va a llevar el país.
También, creo que Brasil y Venezuela son un problema para la mayoría de la gente y esa es una ventaja para Colombia, al buscar tener suficientes avances para ser una plataforma para el resto de la región.
EL FUTURO DE CHINA Y LA DISMINUCIÓN DE BRECHAS
“La brecha entre la gente que gana mucho y la que no, aumenta en casi todos los países, sean desarrollados o en vías de desarrollo. Las personas no se comparan con otras personas en su mismo país sino que lo miran globalmente”, dijo Gadiesh.
“El mundo va a pasar por momentos difíciles y hay regiones en el mundo en donde ya está pasando, en Medio Oriente en este momento, y África. Creo que China va a desempeñar un papel con el que muchos países estarán incómodos. Incluso si no hacen negocios juntos, deben entender lo que está pasando allá. Si miras a Inglaterra, ni siquiera sabes qué va a pasar en tres semanas, ¿verdad? Entonces, creo que vamos a estar bien. Solo no sé si va a ser dentro de tres o cinco años”, agregó.
Ricardo Ávila Pinto
Director de Portafolio