Son muchas las tecnologías que están cambiando la forma de interactuar del ser humano entre si y entre empresas. Una de ellas es la tecnología del reconocimiento facial. Usualmente se piensa que esta tecnología solo sirve para temas de seguridad. Efectivamente, la masificación y primeros pasos del reconocimiento facial se dieron como respuesta a temas de seguridad, principalmente en sitios de afluencia masiva de público.
El elemento clave para lograr reconocimientos biométricos son las cámaras. Hoy en día es común ver cámaras en todas partes, inclusive en algunos baños. La vida cotidiana está siendo grabada en sitios masivos y en hogares. Las calles están siendo monitorizadas, dando paso a usos más complejos de la información para múltiples fines. Pensemos que hoy las cámaras están logrando una gran base de datos, ya no solo de caracteres, números y símbolos, sino de comportamientos que quedan registrados y almacenados en múltiples servidores en distintas partes del mundo.
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El uso que se le puede dar a esta información que está siendo recolectada, guardada y, en muchos casos, analizada es bastante amplio. El impacto supera el tema de seguridad y llega a áreas tan diversas como la medicina, la automoción, el marketing, entre otros.
Imaginen que mediante cámaras ustedes pueden detectar quién tiene sueño en un aeropuerto y llegar con un café para demostrar en el tiempo exacto las propiedades “quita sueño” del café, caso Douwe Egberts (https://www.youtube.com/watch?v=HOTQ8z0fQHo) en Estados Unidos. O también pueden detectar quién entra a un baño y saber exactamente cuánto papel higiénico está utilizando, caso Gobierno de China, que ya tiene más de 700 millones de personas biométricamente identificadas, según The Economist. O por que no, con esta tecnología ustedes pueden detectar quién tiene fiebre y dirigirlo a la enfermería.
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En el área del marketing tal vez lo más relevante que tiene esta tecnología es la capacidad para detectar emociones. Y con esta detección de emociones las marcas podrían actuar en consecuencia y entregar el mensaje preciso. Supongamos que alguien está triste, con esta información la marca podría enfocar su comunicación en consecuencia a este estado de ánimo. Para estudios de mercados será una herramienta muy efectiva, puesto que su método de recolección de información es actitudinal y en tiempo real. Entonces, para evaluar la reacción de un consumidor ante un estímulo bastará con hacer una observación potencializada con reconocimiento facial y así sacar conclusiones precisas.
Esta tecnología de reconocimiento facial apenas comienza su despliegue de oportunidades y amenazas para el ser humano. Por ahora es bueno tener conciencia de esta nueva realidad tecnologíca y buscar cómo aprovechar de la mejor forma los avances que el mundo digital nos ofrece.
Juan Carlos Briceño Trujillo.
Profesor de Marketing de la Universidad del Rosario y CESA.
CEO Shape Marketing.