La cifra de muertos por la explosión de dos bombas en la capital de Somalia, Mogadiscio, aumentó a 276, lo que convierte a este ataque en uno de los más fatales desde que comenzó una insurgencia islamista en 2007.
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El presidente Mohamed Abdullahi Farmaajo declaró tres días de duelo nacional y pidió donaciones de sangre y fondos para las víctimas del ataque del sábado. Al menos otras 300 personas resultaron heridas.
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La policía dijo que un camión bomba explotó frente a un hotel en la intersección K5 que está llena de oficinas gubernamentales, restaurantes y quioscos, y causó graves daños a varios edificios y prendió en llamas a decenas de vehículos.
Dos horas más tarde, otra explosión impactó en el distrito Medina de la capital.
La policía dijo previamente que 85 personas habían muerto, pero la cifra escaló rápidamente. La policía y los trabajadores de emergencia buscan entre los escombros de los edificios destruidos a posibles sobrevivientes y a más víctimas. De hecho recuperaron decenas de cadáveres, la mayoría de los cuales quedaron carbonizados y no podían ser reconocidos.
Cientos de personas llegaron al lugar en busca de familiares desaparecidos y la policía acordonó el área por razones de seguridad. Ningún grupo se ha adjudicado hasta ahora la responsabilidad por el ataque, aunque la organización militante islamista Al Shabaab, aliada de Al Qaeda, realiza atentados regularmente en la capital y otras partes del país.
*Con información de Reuters.