Por su parte, el diario estadounidense ‘The New York Times’ dice que cada proceso de adopción llega a costar unos 50.000 dólares, además de dinero en los numerosos viajes de las familias entre EE. UU. y Rusia y una “burocracia enloquecedora” que hace que los procesos sean mucho más largos.
Escribe el ‘Times’ que de firmarse la ley se afectarían docenas de procesos de adopción de niños rusos por parte de familias de EE. UU. que están en la última fase.
"No veo motivos para no firmar (la ley), aunque debo mirar la versión definitiva del texto" de esta ley adoptada por el Parlamento ruso, declaró Putin en una reunión en el Kremlin.
"No solamente tengo la intención de promulgar la ley, sino también un decreto para cambiar la forma en que ayudamos a los huérfanos (...)", dijo el presidente. Esta ley fue aprobada por las dos cámaras del parlamento ruso en represalia por una ley, denominada Magnitski, votada en Estados Unidos contra responsables de violaciones de derechos humanos en Rusia.
Además, la ley que prohíbe adopciones en Rusia por parte de norteamericanos ha sido denominada de forma oficiosa ‘ley Dima Iakovlev’, en honor a un niño ruso de dos años, muerto de un golpe de calor en el 2008, luego de que su padre adoptivo estadounidense lo olvidó en su vehículo en pleno verano.
El padre fue absuelto de homicidio involuntario por un tribunal estadounidense, lo que suscitó la cólera de Moscú. De los 3.400 niños rusos adoptados en el 2011 por extranjeros, 956 lo fueron por ciudadanos de Estados Unidos, según cifras oficiales.
EFE