Argentina quiere una negociación pacifica con los acreedores privados, pero el presidente Alberto Fernández dice que la prioridad es una carga de deuda sostenible, con lo que da a entender que es probable que se produzca un recorte.
"Preferimos una resolución ordenada a la crisis de la deuda y estamos caminando en esa dirección", dijo Fernández el domingo ante la Asamblea Legislativa en el marco de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso para 2020.
(Argentina acepta que el FMI revise su economía).
"Pero lo más importante es que el acuerdo al que lleguemos con los acreedores sea sostenible".
Fernández agregó que su gobierno solo hará compromisos que pueda cumplir con los inversores, y que servirá como punto focal de las negociaciones.
Se espera que el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, haga una oferta formal a los acreedores en la segunda semana de marzo.
Guzmán pretende concluir las conversaciones antes del 31 de marzo, plazo que según los analistas es demasiado ajustado.
"Debemos tomar compromisos que si se puedan cumplir", dijo Fernández, quien asumió el cargo el 10 de diciembre.
(FMI no ofrecerá recorte de deuda a Argentina).
"Esa premisa será la base de la oferta que les haremos a los acreedores en las próximas semanas".
Fernández ha dicho en reiteradas ocasiones que Argentina necesita más tiempo para pagar a los acreedores y hacer crecer la economía, sin ofrecer detalles.
Se espera que la economía argentina se contraiga en 2020 por tercer año consecutivo, que la inflación supere 50% y el empleo se mantenga alto.
Todos los inversores en deuda argentina esperan que el gobierno de Fernández ofrezca este mes un recorte de algún tipo, la pregunta es de cuánto.
En febrero, Guzmán advirtió sobre una "profunda reestructuración de la deuda", y el Fondo Monetario Internacional calificó de insostenible la carga de deuda argentina e instó a los acreedores privados a hacer una "significativa contribución".
La postura del FMI podría aportar un mayor apalancamiento al gobierno de Fernández para imponer un profundo recorte sobre los bonistas argentinos.
(FMI descarta reestructurar la deuda argentina).
El país también está renegociando su línea de crédito récord de US$56.000 millones con el FMI.
Las conversaciones continúan avanzando, y está previsto que funcionarios del FMI lleguen a Buenos Aires hoy lunes, para la tercera ronda de conversaciones en igual número de semanas.
Más allá de la deuda, Fernández abordó varios temas en un discurso que se extendió por más de una hora.
El mandatario anunció una ambiciosa agenda para modificar el sistema judicial del país, introducir una reforma de pensiones y legalizar el aborto, un tema polémico en una nación donde la Iglesia católica tiene gran influencia y lugar natal del papa Francisco.
Bloomberg