China debe completar su tránsito hacia una economía de mercado, es la principal conclusión que se desprende de un estudio realizado en conjunto por el Banco Mundial y el Centro de Investigación sobre Desarrollo (CDR, por sus siglas en inglés), adscrito al Gobierno.
Según el informe China 2030: Construyendo una sociedad moderna, armoniosa, creativa y de altos ingresos, el gigante asiático debe “balancear el papel que juegan el gobierno y el mercado, el sector privado y la sociedad, para lograr la meta de ser una sociedad de alto ingreso en 2030”.
“El modelo de crecimiento actual del país es insostenible. No es el momento de salir del paso como se pueda, es el momento de anticipar y adaptarse a los grandes cambios en el escenario internacional”, señaló ayer el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, durante la presentación del estudio en Pekín.
Además de consolidar el tránsito hacia una economía de mercado, el informe sugiere cinco directrices para la transformación, acelerar la innovación, generar un crecimiento amable con el medio ambiente, aumentar las oportunidades en servicios como salud y educación, fortalecer el sistema fiscal, y conectar la economía con el entorno mundial.
Li Wei, el ministro encargado del CDR, señaló que con estas medidas China podrá basar su “crecimiento en la estabilidad, lejos de la volatilidad”.
Por su parte, Zoellick agregó que “la necesidad de reformas es indiscutible porque China está en un momento crucial de su desarrollo”.
VIENTOS DE CAMBIO
El estudio concuerda con las alarmas que se han venido encendiendo en los últimos meses, debido a la caída en la demanda de exportaciones de China provocada por el malestar económico que reina en Europa, Japón y Estados Unidos.
Según China 2030, el gigante asiático reducirá su crecimiento anual del 9 por ciento a un rango de 5 a 6 por ciento en los próximos 20 años si adopta las medidas, lo cual sería suficiente para desplazar a Estados Unidos como la economía más grande del planeta.
Zoellick destacó que las medidas podrían tener fuerte resistencia de varios sectores, que actualmente gozan de beneficios especiales. “Las reformas no son fáciles, a menudo provocan rechazo”, acotó.
Las empresas estatales serían las principales objetoras, ya que se benefician de las restricciones a la inversión extranjera. El estudio señala que se deben reducir sus privilegios.
No obstante, el vicepresidente Xi Jinping y el vice primer ministro Li Keqiang, primeros en la línea de mando para suceder al presidente Hu Jintao y al primer ministro Wen Jiabao dieron el visto bueno al documento.