La reforma tributaria, una de las principales banderas del Gobierno de Jair Bolsonaro junto a las privatizaciones, centrará en los próximos meses la agenda económica del Congreso brasileño, que esta semana retomó los trabajos tras el receso parlamentario.
(Banco Central de Brasil subirá tasas a 5,25 % para controlar inflación).
El proyecto presentado por el Ejecutivo ha sido troceado en diversos tramos y tiene como uno de sus principales ejes la reforma del impuesto de renta del país, que tiene uno de los sistemas más complejos del mundo.
“El Gobierno ha propuesto pequeñas reformas sobre la reforma tributaria. Una reforma de verdad es cuando mueves la estructura, ahora solo se está pintando la pared”, explicó Gabriel Quintanilha, especialista tributario y profesor de la Fundación Getulio Vargas (FGV).
Uno de los puntos más polémicos de la propuesta es la tributación sobre los dividendos, que estaban exentos desde 1995. De acuerdo con Tax Foundation, Brasil es uno de las pocas naciones del mundo, junto a Estonia, que actualmente no grava las ganancias sobre el capital.
En su propuesta, el Ejecutivo prevé una tributación de 20% sobre ganancias y dividendos, con una exención para las que superen unos US$3.846 por mes para personas físicas.
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