René Ortiz lleva casi 40 años navegando por el mundo petrolero. En 1978 fue secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), también fue ministro de energía de Ecuador y actualmente preside la Asociación Nacional de Empresarios de ese país (Ande).
Seguramente es esa trayectoria la que le permite resumir y explicar en frases contundentes y simples lo que está pasando hoy en el mercado.
“El mundo cambió y cambió para siempre”, dice, y agrega que con el superciclo de precios altos “América Latina volvió a perder su tren de despegue: nos ganó la política a la praxis”.
La pregunta obligada es, si el mercado cambió para siempre, ¿cómo debe transformarse Colombia para adaptarse a este nuevo mundo? La visión de René Ortiz, en esta entrevista, es la siguiente.
¿Cómo afectará este nuevo panorama de precios del petróleo a América Latina?
Los precios bajos llegaron para quedarse, es un asunto que amerita por parte de todos los gobiernos una política contracíclica. Para aquellos países que son productores de petróleo la política es cómo puedo apoyar a las compañías petroleras para que no bajen la producción, no despidan a la gente, no corten los costos en el tema socio-ambiental y sigan confiando en el país.
Hay que tener claro que en este periodo de bajos precios hay perdedores y ganadores. En América Latina yo diría que hay más ganadores, porque los países que son importadores de petróleo han logrado hacer enormes ahorros. A ellos les llega como anillo al dedo que la economía pueda florecer y restablecerse en un ambiente de precios bajos, porque el ciclo de precios altos fue demasiado largo.
¿Y los perdedores?
Fueron los países productores de gas, minerales e hidrocarburos que, hay que decir, se beneficiaron enormemente de este ciclo de altos precios. Pero el ciclo terminó y llegó para algunos inadvertidamente.
Para otros esto se venía venir por varias razones: por un lado el ‘boom’ de las energías renovables que iban a reemplazar a las energías convencionales fósiles. Número dos, que la búsqueda de petróleo en áreas tan difíciles como aguas profundas era una realidad. Tercero, la ciencia y tecnología aplicada han hecho posible que se vaya metiendo dentro de nuestro consumo de energía mundial el concepto de la eficiencia, y eso reduce el consumo. Y el cuarto es que tocamos el umbral de los petróleos no convencionales, petróleos de esquisto, utilizando tecnologías del fracturamiento hidráulico y que resultaron ser inmensamente positivas, para quienes dieron el paso tecnológico, empezando por Estados Unidos.
¿Cree que la producción de no convencionales pueda ser amenazada por el rechazo social al ‘fracking’ en algunos países?
La técnica de fracturamiento está confundiendo a la sociedad civil. Aspectos como el acuífero y su contaminación utilizando fracturamiento hidráulico no son ciertos, no hay evidencia de que una explotación de esquistos de petróleos no convencionales con estas tecnologías logre contaminar el acuífero, del cual por supuesto vivimos los seres humanos y los animales y vegetales. Hay el temor sí, que tiene que ser contrarrestrado con información para tener la certeza de que en efecto el acuífero nunca será contaminado.
En Colombia ya hay una reglamentación sobre el tema, ¿qué le ha parecido?
Hacen bien en tener una regulación ya en vigencia –a pesar de que no haya desarrollos no convencionales–, puede que no sea perfecta, todo es susceptible de mejorar. Yo pienso que en este caso esa regulación debe facilitar el inicio, y si en el camino necesitamos mejorar técnicas, bienvenidas.
Dice que los precios bajos llegaron para quedarse, ¿cuáles son esos precios bajos para usted?
Yo le pongo entre 50 y 60 dólares. Yo creo que el precio se fundamentará en temas de mercado. Creo que el mercado encontró el piso y ese piso está entre los 50 y los 60 dólares.
Pero si ese es el piso, entonces usted ve que va a subir…
A largo plazo esto será evidentemente materia de mercado: si las condiciones hacen que la demanda recupere su dinámica. Es que en Europa los crecimientos son demasiado bajos, los Bric se desinflaron y ni se diga América Latina, que volvió a perder su tren de despegue: nos ganó la política a la praxis. Y por eso ahora necesitamos una política contracíclica, ahora debe primar políticamente el criterio de retener a los inversionistas.
Si la oferta y la demanda serán lo que determine el precio, y la oferta no parece tener freno, ¿quiere decir que los precios están en manos de Asia?
Sí, en el mundo de los países ricos la demanda básicamente es plana. Pero en el mundo de los países en vía de desarrollo la demanda es creciente y dentro de esa demanda Asia es muy importante. China, por ejemplo, va a seguir consumiendo petróleo y energías de origen fósil a pesar de que hoy en día tiene el parque solar fotovoltáico más grande del mundo y que el crecimiento de la energía eólica es enorme, pero es un gigante que también necesita ese respaldo energético para el día en que no haya sol.
¿Cómo ve a Colombia en esa carrera por retener inversionistas?
Me encantó escuchar a Tomás González (Ministro de Minas y Energía) señalar que están estudiando la reforma tributaria porque ese es un camino.
Pero eso no es tan sencillo...
Sí, pero afortunadamente, los legisladores son personas que pueden dialogar y a las que se les puede hacer entender que cambió el mundo y cambió para siempre y que entonces tenemos que cambiar la legislación también.
LECCIONES APRENDIDAS
De acuerdo con el exsecretario general de la Opep, la razón por la que Arabia Saudita y Kuwait, dos fuertes miembros de la organización, deciden aumentar su producción en vez de reducirla para defender el precio es sencilla y tiene un nombre: política de cuota de mercado.
“Arabia Saudí en 1986 vivió una experiencia como la Opep similar a esta. Y perdió 7 millones de barriles por día, tratando de defender el precio y aún así este colapsó, (porque otros productores llenaron el vacío de la oferta). ¿Usted cree que ellos quieren repetir esto, sabiendo lo que pasó?”, cuestiona el experto.
Así las cosas, el juego ahora es mantener la cuota de mercado “cueste lo que cueste”. “Ellos fueron los primeros en entenderla, advertir que se venía (...) han entendido que el factor geopolítico es inexistente”, agregó.
Nohora Celedón
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