Esto los ha convertido, según fuentes regionales, en la octava economía en tamaño e importancia de América Latina y el primer bloque que cerró en marzo pasado un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE).
El 13 de diciembre de 1960, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua suscribieron en Managua el Tratado General de Integración Centroamericana, con el que acordaron establecer un mercado común y dar los primeros pasos hacia la integración, un concepto por entonces incipiente.
Pasados 50 años, se destaca el crecimiento exponencial del intercambio de productos y servicios en la región, que abarca a Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, en proceso de incorporación al subsistema económico, que pasó de 30 millones en 1960 a más 5.000 millones de dólares en 2009.
“El comercio intrarregional representó en 2009 el 23 por ciento del total del comercio de la región. Ese año, de los 19.864 millones de dólares que exportó Centroamérica, 5.274 millones de dólares fueron entre los países del Istmo”, añadió un documento de la organización.
Además, con el Protocolo de Tegucigalpa, que dio vida a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (Odeca), y el instrumento de Managua se comenzó a preparar el camino para la conformación del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), el 13 de diciembre de 1991.
La Secretaría General del Sica, con sede en San Salvador, destacó en un comunicado que la “firma del Tratado General abrió las puertas hacia la modernización productiva de la industria, de la infraestructura y fomentó la mano de obra calificada, convirtiendo al comercio en un motor para el desarrollo de la región”.