La tarjeta Ms. Magic de China Citic Bank Corp., salpicada con cristales de Swarovski, ofrece tratamientos de belleza gratis y seguro de salud.
Ambas participan en una competencia por el segmento de alta gama que libran los bancos deseosos por tener un lugar en las billeteras de los consumidores del mercado de tarjetas de crédito de mayor crecimiento en el mundo, pese a que la morosidad se ha triplicado en los cuatro últimos años y las ganancias continúan siendo esquivas.
“Las tarjetas de crédito son el área de máximo crecimiento y también el campo de batalla para los bancos en China”, dijo Rainy Yuan, analista en Shanghái de Masterlink Securities Corp. con sede en Taipei.
“Es posible que algunos nunca obtengan una ganancia, pero tienen que sumarse a la pelea, ya que es la forma más eficiente de captar depósitos y vender además otros servicios financieros”.
La competencia está atrayendo a empresas globales como Citigroup Inc. con sede en Nueva York –el primer banco estadounidense autorizado, desde el año pasado, a emitir sus tarjetas con logo individual en China- y HSBC Holdings Plc, en tanto se proponen captar una participación de mercado que está en manos de competidores aguerridos como Industrial Commercial Bank of China Ltd., el cuarto emisor más grande del mundo.
La emisión de tarjetas en China creció más de tres veces hasta 331 millones en los cinco últimos años al 31 de diciembre, según el banco central del país, conforme las empresas quieren aprovechar 43,6 billones de yuanes (US$7 billones) en ahorros de los hogares, más que el producto interno bruto de Alemania y Brasil juntos.
El año pasado, se emitieron 46 millones de tarjetas de crédito en la segunda economía más grande del mundo, aumentando el total un 16 por ciento con respecto al final de 2011.
MÁS GRANDE, MÁS ELEVADA
“Esa cifra puede llegar a ser mucho más grande, más elevada”, dijo ayer en una entrevista en Bloomberg TV Ling Hai, presidente de la región más grande de China para MasterCard Inc. “Pueden darse muchísimas oportunidades con el crecimiento de la economía, con el aumento del nivel de los ingresos, con la acumulación de la riqueza”.
En los Estados Unidos, las tarjetas de crédito crecieron 3,4 por ciento, hasta 536,6 millones, y las de débito aumentaron 8,7 por ciento, hasta 560 millones, según el Informe Nilson, un boletín del sector. Datos del banco central muestran que en China las tarjetas de débito superan a las de crédito por 10 a 1.
Estimular el endeudamiento tuvo resultados adversos en otras partes de Asia. LG Card Co., el mayor prestamista con tarjetas de crédito de Corea del Sur, necesitó un rescate por 4 billones de won (US$3.500 millones) de los acreedores después de que una ola de endeudamiento de los consumidores, alentado por exenciones fiscales y una investigación crediticia laxa, se cortó en 2002, haciendo aumentar las cesaciones de pagos.
SIN INGRESOS
En China, los bancos no han podido generar suficientes ingresos de intereses por reestructuración de deuda y comisiones anuales como para cubrir los costos de emisión después de ampliar los esfuerzos de marketing, según una encuesta a ejecutivos en 41 prestamistas en el exterior publicada por PricewaterhouseCoopers LLP en julio.
Con un interés anual fijado por el gobierno en 18 por ciento, los bancos de China no pueden competir bajando las tasas, y deben en cambio diferenciarse ofreciendo descuentos de minorista y regalos. Hay disponibles promociones de carteras, sobrecamas de Hugo Boss y café Starbucks gratis.
Las comisiones pagadas por los comerciantes minoristas a los bancos cada vez que un cliente usa una tarjeta de crédito varían desde cero para las escuelas y los hospitales públicos hasta 1,25 por ciento del precio de compra en el caso de entretenimientos y comida. En los Estados Unidos, los comerciantes pagan un 2 por ciento.
Los emisores de tarjetas de crédito se dirigen a los usuarios jóvenes y pudientes que desean un estilo de vida mejor, que son más propensos a utilizar créditos bancarios para financiar compras de autos y necesitan otros productos financieros como hipotecas.
Los consumidores menores de 35 años con activos superiores a los 500.000 yuanes son el grupo chino que tiene el mayor número de tarjetas, con un promedio de 2,6. Es menos que el nivel de cuatro a cinco en Hong Kong y seis a siete en Singapur, según un informe de Boston Consulting Group.
“Existen, quizá, ciertos temores por el rumbo del desarrollo del mercado de crédito en China, pero el potencial de crecimiento hace que sean todos triviales”, dijo Richard Huang, socio de Boston Consulting Group con sede en Pekín.
“Si los bancos se atreven a aventurarse en ciudades más pequeñas poco explotadas y dejan de lado su estrategia de captar participación de mercado para diferenciarse y ser más innovadores, es posible que empiecen a ganar dinero en apenas dos o tres años”.
AGENCIAS