Joe Biden logró su primera victoria económica y sacó adelante el estímulo por US$1,9 billones, que era su prioridad de campaña y que se espera que impulse el mayor PIB global.
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No obstante, el gran tamaño del plan de apoyo trascenderá a Estados Unidos y establecerá en países como Colombia una balanza, con efectos positivos y negativos.
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Y es que la estrategia de reconstrucción de la primera potencia mundial tiene pocos ejemplos comparables.
Con un valor similar al PIB de Italia o Canadá (lo que se suma a los US$2,2 billones y US$900.000 que aprobó Donald Trump previamente), este plan es más del doble que el que promulgó Barack Obama tras la crisis de 2008.
Así, el impacto que tendrá será de igual proporción. La Ocde aseguró la semana pasada que este estímulo sumará 1% al crecimiento mundial y 3,5% al avance del PIB de EE. UU., que crecería 6,5% en 2021.
Pero esa perspectiva parece moderada frente a otras que se han lanzado. Morgan Stanley asegura que el crecimiento se aceleraría hasta 7,3%, Goldman Sachs lo ve en el 7%, mientras que analistas de Natixis aseguran que el PIB de Estados Unidos podría crecer más que el de China, algo que no ocurre desde 1976. Cabe decir que, según el FMI, la actividad del gigante asiático avanzaría más de 8% durante este año.
No obstante, este fuerte crecimiento en Estados Unidos sería el principal causante de los beneficios que recibiría Colombia gracias al estímulo de Biden.
Como explica Daniel Velandia, director de investigaciones económicas de Credicorp Capital, “será positivo gracias a dos impactos: el indirecto, tiene que ver con los precios de los commodities, pues gran parte va a planes de infraestructura y el petróleo podría mejorar, lo que alivia presiones en el país. Y el directo es por los cheques a las familias de US$1.400 a cada persona, lo que incrementará la demanda y eso hará que se impulsen importaciones de agro y otros productos”.
Por eso, los expertos resaltan que esa inyección a los estadounidenses se traducirá en más comercio. Según Martha Elena Delgado, directora de análisis macroeconómico y sectorial de Fedesarrollo, “EE. UU. es el mayor socio comercial, y eso hace que se subirán las exportaciones”.
Asimismo, el cheque de US$1.400 que recibirán todos los ciudadanos que cobren menos de US$75.000 al año tendrá otros efectos.
De acuerdo con Delgado, “el efecto en remesas será sustancial, pues esperamos que se incrementen esos envíos a Colombia, lo que supondrá un buen financiamiento de nuestra cuenta corriente, y eso ayudará a las cuentas externas”.
Además, como agrega la experta, otro efecto será que “al tener mejores perspectivas, eso mandará una señal de certidumbre al mercado y los capitales pueden empezar a tener apetito por el riesgo.
Así, economías como Colombia, que ofrecen mejores rendimientos, podrían recibir mayores capitales”.
UN RIESGO MUY REAL
Sin embargo, el plan de estímulo de Biden, al igual que puede ofrecer muchos beneficios para el país, también presenta diversos riesgos que las autoridades tendrán que monitorear.
Precisamente, la semana pasada el FMI alertó el impacto negativo que podría generar en mercados emergentes por cuenta de presiones fiscales, inflacionarias y de tasa de interés.
Según José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, “en la medida que Estados Unidos tenga un crecimiento más robusto, eso llevará a una normalización de la inflación y las tasas de interés, y eso, para países como el nuestro con una situación fiscal precaria y altos niveles de deuda, puede generar efectos adversos”.
Y añade que las tasas allí suben y eso ejerce presión sobre las nuestras, lo que lleva a que el costo del endeudamiento aumente.
Esto se da, según la experta de Fedesarrollo, porque la demanda lleva a que se incremente los títulos de deuda pública, y los inversionistas se empezarán a ir a otro lado buscando mayor rentabilidad, lo que aumentará el apetito por TES, y eso incrementará el costo del financiamiento externo, lo que puede ser negativo.
Sumado a esto, el mayor crecimiento de Estados Unidos puede impulsar la inflación de ese país, y hacer que la Reserva Federal suma sus tasas.
Eso, genera volatilidad en los mercados cambiarios de los emergentes, como el mercado colombiano, lo que puede dar con una tasa de cambio aún más depreciada.
Ante esto, los expertos indican que la posición que tenga Colombia es fundamental, y que el estímulo de Biden hace más necesario mejorar los ingresos. Para Velandia, más inflación y tasas implican una necesidad mayor de la reforma tributaria, teniendo en cuenta el alto endeudamiento. Hay que hacer la tarea y así evitar un fuerte impacto cuando ocurra esa situación”.
Y López, de hecho, plantea que el efecto podría ser incluso más adverso si el país pierde el grado de inversión, pues se sumaría un mayor costo del financiamiento vía estímulo y la menor credibilidad, además del menor acceso a los mercados mundiales.
Por eso, el experto de Corficolombiana señala que “es difícil saber qué efectos primarán más. Uno pensaría que los positivos, pero sin reforma fiscal el impacto negativo podría ser muy adverso”.