Doce países de la cuenca del Pacífico, que concentran el 40 por ciento del comercio mundial, firmaron el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), el pacto comercial más ambicioso hasta ahora.
Pero entre ellos no está Colombia, a pesar de que ese debería ser su escenario natural, por la extensa frontera que tiene con el Pacífico y la relación que tiene con buena parte de los países de ese bloque.
Al consultar al Ministerio de Comercio de Colombia sobre esta situación, no fue posible obtener respuesta. Sin embargo, hay preocupación en el sector privado.
“Vamos a quedar marginados de las corrientes de comercio e inversión que se mueven en el Asia Pacífico”, señaló el presidente de la Asociación de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz Molina.
El directivo recordó que si bien por medio de la Alianza del Pacífico Colombia se ha acercado a sus socios de la región como lo son México, Perú y Chile (que sí hacen parte del TPP), el país no ha hecho mayores avances para desarrollar una estrategia que le permita aproximarse al Pacífico.
No solo la oferta exportable es limitada, sino que a pesar de la inmensa frontera con esa región está prácticamente abandonada.
CLAVES DEL ACUERDO
El Transpacífico se logró, tras casi siete años de duras negociaciones entre Estados Unidos y los once países que integran la cuenca del Pacífico.
El nuevo bloque comercial lo integran, además de EE. UU. y Japón, primera y tercera economía mundial, respectivamente, Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
Se fijó un nuevo marco arancelario que afecta a varias industrias, como la farmacéutica, la automovilística o la textil, y que establece algunas de las normas laborales y regulaciones medioambientales más ambiciosas hasta ahora.
Servirá de modelo para las negociaciones que adelanta Estados Unidos con la Unión Europea.
Para algunos analistas tiene un significado más geopolítico, porque es visto como un contrapeso ante el dominio económico de China en la región del Pacífico. China fue invitada a ser parte integral del acuerdo, pero lo rechazó por las restricciones en sectores como el financiero.
El propio presidente Barack Obama convirtió la negociación en una de las prioridades de su segundo mandato. A su juicio, “esta asociación equilibra el terreno de juego para nuestros agricultores, rancheros y manufactureros, al eliminar más de 18.000 impuestos que esos países ponen a nuestros productos”.
Los esfuerzos de Estados Unidos por fijar un periodo más extenso para la exclusividad de las farmacéuticas que desarrollan medicamentos biológicos han enfrentado la oposición de Australia y de otras cinco delegaciones, que dicen que tales medidas afectarían los presupuestos nacionales de salud e impedirían que los pacientes que no puedan pagarlas las reciban. El acuerdo respetará el actual lapso de cinco años de protección que tiene Australia, pero también daría más flexibilidad sobre tiempos de exclusividad para otros medicamentos, con lo que podrían crearse dos vías para la fijación de precios a futuro dentro del bloque.