En la recta final de la Conferencia Anual por el Cambio Climático, COP26, el Reino Unido, en el primer borrador de la Cumbre, solicitó a los países que fortalezcan sus planes nacionales. También hizo un llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que anualmente presente un informe sobre los impactos de los planes climáticos de los países.
(¿Por qué llueve tanto en Bogotá y qué viene para los próximos días?).
Pese a estos compromiso, el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) señaló que, con estas metas, el aumento de la temperatura global sería de 2,7°C, mínimo de 2,1 °C, para finales de siglo.
El primer borrador de la cumbre también da cuenta del incumplimiento de la meta del financiamiento de la lucha climática por parte de los países desarrollados, en la que deben destinar, para este desafío, US$100.000 millones anuales. Sin embargo, el informe no detalló cuál sería el plazo para que estos gobiernos cumplieran con lo prometido desde 2009.
(Se aprobó, en primer debate, el proyecto de ley de acción climática).
Este aspecto también fue considerado por el Pnuma, pues la organización advirtió que los costos para la adaptación al cambio climático, a 2030, serían entre US$140.000 y US$300.000 millones anuales, en el caso de los países en desarrollo. En tres décadas el financiamiento ambiental llegaría a US$500.000 millones anuales. Por otro lado, el dinero destinado para la mitigación del cambio climático en estas naciones alcanzó los US$79,6 mil millones en 2019. Sin embargo, para esta organización, los costos estimados para la adaptación climática en los países en desarrollo son hasta diez veces mayores que la inversión pública de los Gobiernos para afrontar este desafío y “esta brecha, cada vez más, se está ampliando”.
Ante las advertencias de este borrador y las presiones para que los países mejoren sus metas y se comprometan con los recursos para la adaptación y mitigación del cambio climático, diversas organizaciones de ecologistas señalaron que el informe es “insuficiente y poco sólido”.
(Colombia, entre los 11 países con más riesgos 'graves' por el clima).
Por su parte, Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International, señaló: “este borrador del texto final no es un plan para resolver la crisis climática, es un acuerdo para que todos crucemos los dedos y esperemos que salga lo mejor posible”.
ACUERDOS SOBRE COMBUSTIBLES FÓSILES
Este jueves, una coalición de once gobiernos nacionales y subnacionales acordaron, ante la COP26, poner fin a la explotación de recursos fósiles.
Esta iniciativa fue impulsada por Dinamarca y Costa Rica. Sus principales miembros son: Francia, Irlanda, Suecia, Gales (Reino Unido), Quebec (Canadá) y Groenlandia. Mientras que sus aliados, que también asumen compromisos leves, son Nueva Zelanda, California (Estados Unidos), Portugal e Italia.
Este acuerdo consiste en poner fin a la concesión de nuevas licencias para la exploración y explotación de petróleo y gas en los territorios bajo su jurisdicción.
Por parte de los aliados, su promesa es demostrar que realizan esfuerzos para la eliminación progresiva de subvenciones a estos combustibles.
Respecto a esta iniciativa, el ministro de Clima, Energía y Servicios Públicos de Dinamarca, Dan Jørgensen, declaró que su Gobierno pondrá fin a la era fósil, no porque “no haya más petróleo disponible”, sino porque “es lo que hay que hacer”.
También señaló que pese a que su país es uno de los principales productores europeos de petróleo tendrá que afrontar la transformación del sector fósil, así esta sea una decisión “cara”.
Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, las promesas de países de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero no tienen sentido si no se acaba con los combustibles fósiles. “Suenan vacías cuando la industria de las energías fósiles continúa recibiendo miles de millones”, señaló.
Ahora bien, en cuanto a la producción del carbón, uno de los más contaminantes, 46 países se comprometieron ante la COP26, a reducir su uso. Sin embargo, Australia, China, India y Estados Unidos no firmaron este pacto. De hecho el gigante asiático pidió a sus mineras producir todo el carbón que sea posible para mitigar la crisis energética.
En cuanto a Australia, dirigentes aclararon que venderían carbón por décadas.
PORTAFOLIO