El acento paisa se escucha con frecuencia por las calles de San José de Costa Rica, donde las charlas empresariales son impartidas, comúnmente, por colombianos que exponen sus casos de éxito en Centroamérica.
La presencia colombiana en esa nación viene desde hace 10 años, pero en los últimos 24 meses se ha fortalecido.
El último negocio importante de una firma antioqueña allí lo concretó la energética Celsia, al firmar un acuerdo con la multinacional GDF Suez para la adquisición de activos por 840 millones de dólares. También, hace dos años, Nutresa inició la operación de las cafeterías Entrepans y la distribución de productos de Haagen Dazs y General Mills (Nature Valley, Betty Crocker y Chex Mix).
Esa tendencia inversionista la siguió EPM, que un mes atrás anunció la constitución de una sucursal. Juan Esteban Calle, gerente del Grupo EPM, que ya tiene presencia a través de filiales de energía en Guatemala, El Salvador y Panamá, aseveró que Costa Rica es referente de buenas prácticas gubernativas, socioeconómicas y ambientales, además de ser uno de los más estables de Centroamérica.
“Con nuestra llegada buscamos posicionar nuestro portafolio de servicios y, paralelamente, generar lazos de amistad, cooperación y exploración de nuevos negocios”, dijo.
Para Alfonso Cabarique, investigador empresarial colombiano radicado en San José, entre los dos países hay una similitud y afinidad de idioma, costumbres, alimentación, diversidad de regiones y climas tropicales. Destacó que en Colombia hay un marcado desarrollo, tanto en la industria como en el comercio y los servicios.
“La laboriosidad y recursividad propia del colombiano y en particular del antioqueño, además de la muy buena calidad de los productos ha sido un diferenciador muy apreciado por el público consumidor costarricense acostumbrado a inferiores niveles”, afirmó Cabarique.
La búsqueda de mercados extranjeros por parte de los industriales antioqueños está soportada, según la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, en los 1.763 millones de dólares que se exportaron en el primer trimestre de este año.
De acuerdo con Proexport, los destinos centroamericanos son los que les despiertan mayor interés a los colombianos. Así lo confirma un reciente estudio de esa entidad, en el que se destaca que al 34 por ciento de los industriales nacionales les llama la atención las posibilidades que puedan ofrecer México, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Según datos del Banco Mundial, Costa Rica ha registrado una expansión económica estable en los últimos 25 años debido, principalmente, a la implementación desde finales de la década de los 80 de una estrategia orientada hacia el exterior, un crecimiento liderado por las exportaciones, la apertura a la inversión extranjera y una gradual liberalización del comercio.
La economía creció a un ritmo promedio anual del 5 por ciento en los años 90 y en el actual milenio ha superado el promedio de crecimiento de la región.
Esas buenas condiciones del mercado costarricense fueron ponderadas por otras empresas antioqueñas como Pintuco, Leonisa y el Grupo Cristal, que también operan allí.
UNA MARCA 'PAISA' QUE PINTA BIEN
El grupo antioqueño Orbis (antes Grupo Mundial) conoce muy bien el mercado centroamericano y en especial el costarricense. En agosto del 2012, Pintuco, su ‘joya de la corona’ adquirió de HB Fuller la firma de Pinturas Kativo (hoy Pintuco Centroamérica), con operación central en Costa Rica y presencia en toda América Central.
Para las directivas de Orbis, la calidad del talento, posición geográfica, estabilidad jurídica y el crecimiento económico convierten a Costa Rica en una interesante plataforma de crecimiento. Además, hay lazos históricos y culturales muy fuertes que lo hacen un socio natural para los colombianos.
Según Andrés Ortega, gerente de Pintuco, esa nación tiene tres veces el consumo per cápita de pinturas de Colombia. “El mercado centroamericano viene creciendo, es dinámico y a todo lo que son productos de calidad y ofertas de color podemos agregarle mucho más”, asevera.
UN MERCADO ABIERTO TAMBIÉN PARA EL ESTABLECIMIENTO DE MIPYMES
Las grandes industrias paisas ya conquistaron el mercado tico, pero las pequeñas y medianas también hacen presencia fuerte. Alfonso Cabarique recalca que muchos de estos negocios han nacido y se han desarrollado en este país y que le hacen un aporte importante a la economía en diferentes sectores.
“Hay panaderías, restaurantes, peluquerías, tiendas de ropa y confecciones en general, distribuidores de materiales para construcción y otros productos, médicos de distintas especialidades, ingenieros de diferentes ramas, artistas y constructores”, explica.
Daniel Carmona es uno de esos colombianos que llegó a Costa Rica. Lo hizo durante la década de los años 90 y creó la empresa Ditaires, que hoy cuenta con 40 empleados, infraestructura de 1.300 metros cuadrados en oficinas y bodegas y presencia en todo ese país.
“Costa Rica tiene un cálido ambiente de negocios, buen nivel de vida, una economía al alza, poder adquisitivo excelente, una clase media muy representativa y un tipo de cambio con relación al dólar y al peso colombiano que favorece los negocios y presenta los productos con origen Colombia como muy competitivos”, enfatiza Carmona.
Mientras los empresarios colombianos en Costa Rica se afianzan ahora más con la firma del TLC, Cabarique calcula que hay 200.000 nacionales aportando a esa economía. Destaca que la imagen que estos profesionales han dejado en Centroamérica llega a la admiración de los costarricenses por su labor.
Víctor Álvarez Correa
Economía y Negocios