Aunque el descenso en el costo del crédito para el público no es tan pronunciado como el que desea el Gobierno, es claro que comienza a evidenciarse un cambio de tendencia en las tasas de interés del mercado financiero, en parte, como consecuencia de los ajustes que el Banco de la República viene haciendo en su tasa de intervención desde julio del 2012.
Transcurridos ocho meses desde que el banco Emisor inició el recorte de su tasa, en julio del 2012, y que hoy la tiene en 3,25 por ciento, dos puntos porcentuales por debajo del 5,25 por ciento de esa fecha, las tasas de interés muestran ligeros descensos, que podrían continuar ajustándose solo si la banca responde al llamado que viene haciéndole el propio ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, para que esa baja sea más rápida y pronunciada.
“El crédito hipotecario debe poder reducirse en su costo y en eso es en lo que estamos trabajando en forma voluntaria con los bancos, es decir, por la vía del consenso, del diálogo, no de medidas represivas”, dijo el funcionario.
La petición se produce justo después de conocerse el incremento en la tasa de usura, lo cual generó reacciones de los comerciantes y de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), para que se cambie la fórmula de cálculo por una que refleje más la realidad del costo del crédito y su efecto sobre el mercado sea más inmediato.
Si bien la tasa promedio para el crédito de consumo ha descendido cerca de un punto porcentual entre julio del 2012 y la segunda semana de marzo del 2013, la de los créditos hipotecarios solo marca un muy ligero recorte. “En marzo del 2013 comienza a consolidarse la tendencia de reducción de las tasas de interés de consumo, después de la primera baja de julio del 2012, es decir, que la transmisión se demoró como mínimo ocho meses, y es el momento en que la brecha entre la tasa de usura y de tarjeta de crédito es más grande”, indica un reporte de la firma Raddar.
