"Tengo la seguridad, y así lo ratifican todos los organismos internacionales y los informes de analistas, de que 2014 va a ser un año de crecimiento económico y de creación de empleo", afirmó.
En lo que respecta a 2013, Rajoy fue sin embargo más evasivo: "Yo espero que el año que viene sea mejor", afirmó, tras reconocer que el 2012 "ha resultado incluso más difícil de lo que preveíamos".
La cuarta economía de la Eurozona, golpeada por el estallido de la burbuja inmobiliaria en el 2008, volvió a caer en recesión a finales de 2011, menos de dos años después de haber salido de ella.
El gobierno de Rajoy prevé una contracción del PIB de 1,5 por ciento en el 2012, y una nueva caída de 0,5 por ciento en 2013.
Pese a declararse decidido a seguir con las reformas, el jefe del ejecutivo español afirma estar dispuesto a revisar alguna de ellas cuando la situación económica lo permita.
"En la medida en que la actividad económica mejore y la Administración consiga más ingresos, algunas decisiones, como el (alza del Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas) Irpf, las cambiaremos", aseguró.
En una entrevista de cuatro páginas, Rajoy desmiente que su gobierno esté desmantelando el Estado del Bienestar. "El mayor enemigo del Estado del Bienestar es una deuda que te lleve al colapso", estimó.
España acaba de aprobar sus presupuestos para el 2013, marcados por unas políticas de austeridad sin precedentes con ajustes por 39.000 millones de euros, destinados a reducir el déficit público, una política de rigor cada vez más impugnada por los economistas, percibida como un freno a la reactivación y criticada por sus consecuencias sociales a largo plazo.
AFP