Los esfuerzos en el Congreso de Estados Unidos para resolver las diferencias sobre el financiamiento para la seguridad fronteriza se intensificaron ayer y continuarán el fin de semana, en momentos en que un panel de negociación busca alcanzar un acuerdo antes del lunes y evitar así un nuevo cierre de gobierno, dijeron los legisladores.
A pesar del optimismo entre los negociadores del Senado y la Cámara de Representantes, también se están preparando planes de contingencia en caso de que las discusiones fracasen.
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En lugar de llevar al Departamento de Seguridad Nacional y a otras agencias federales a una segunda paralización parcial cuando sus fondos expiren el 15 de febrero, el grupo de 17 legisladores está preparando un proyecto de financiamiento temporal para mantenerlas funcionando más allá de esa fecha.
Eso daría más tiempo si fuese necesario para negociar los US$5.700 millones que el presidente Donald Trump ha exigido este año para ayudar a construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México.
La representante demócrata Nita Lowey, una de las principales negociadoras, dijo que el panel bipartidista está “trabajando junto” y dijo que, pese a ser optimista, “probablemente tomará algo más de tiempo” que el fin de semana.
El líder de minoría de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, se quejó de que si bien los demócratas “hablan de más dinero para una barrera”, también intentan imponer restricciones.
Trump dice que el muro es necesario para bloquear el ingreso de drogas ilegales e inmigrantes indocumentados. Los demócratas afirman que costaría US$25.000 millones o más, y que herramientas de alta tecnología como drones, escáneres y sensores, serían más efectivas y fáciles de desplegar.