Las ventas de vehículos en Brasil registrarían una recuperación endeble este año tras anotar en el 2013 su primera caída anual en una década, dijo un grupo de la industria ante la débil confianza del consumidor y condiciones más restringidas para el crédito en el cuarto mayor mercado automotor del mundo.
Las ventas de autos nuevos deberían subir 1,1 por ciento este año, tras la baja de un 0,9 por ciento del 2013, según la asociación nacional de fabricantes de vehículos, Anfavea.
El amargo pronóstico se produce luego de un crecimiento anual promedio superior a 10 por ciento en los diez años anteriores.
También se prevé un estancamiento en la producción, que crecería apenas 0,7 por ciento a medida que la expiración de los incentivos del Gobierno y el equipamiento de seguridad obligatorio más costoso eleven los costos, según Anfavea.
La baja en las ventas subraya la extensión del malestar que pende sobre la economía brasileña.
Por mucho tiempo, los fabricantes se habían quejado de los limitantes impuestos y costos laborales, pero al menos los incentivos que ofreció el Gobierno mantenían la actividad en los salones de las concesionarias.
El crecimiento de las ventas se desaceleraría a apenas tres 3 por ciento por año durante la próxima década, según cálculos de los economistas que asesoran a una asociación de concesionarios brasileños.
Ciudades atestadas de tráfico y la creciente carga de deuda de las familias han empeorado la desaceleración, pese a los incentivos tributarios ofrecidos por el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
En el 2012, cuando se ofrecieron por primera vez, los estímulos impulsaron las ventas. Sin embargo, los economistas advirtieron que su influencia era más en el momento de las compras que en la demanda subyacente.
Las ventas de las marcas principales se aceleraron en el último mes del 2013, gracias a las descuentos ofrecidos durante las festividades y antes del retorno de impuestos más altos.
Fiat siguió siendo el mayor vendedor de autos y camiones livianos en diciembre, con 65.200 registros nuevos.
SAO PAULO/REUTERS