La fuerte devaluación en Venezuela ocasionaría que varias empresas, entre ellas un buen grupo de multinacionales que aún operan en el vecino país, vean reducidas sus utilidades este año.
De acuerdo con el diario estadounidense New York Times, Brink, la compañía de automóviles blindados, podría ver como 400 millones de dólares de ingresos de este año desaparecen de sus operaciones.
El año pasado celebró haber conseguido ingresos por 447 millones dólares, pero su visión optimista cambió en marzo de este año, cuando empezó a calcular sus ventas utilizando el tipo de cambio reciente, de unos 50 bolívares por dólar.
Si esta variación se aplicara a los ingresos del 2013, Brink dijo que se habrían reducido en un 88 por ciento y el beneficio operativo de la compañía entera habría caído un 31 por ciento.
La razón principal es que “la moneda sobrevaluada infla enormemente el valor de las ventas en los libros de las empresas” y pero al hacer la conversión de bolívares a dólares crecimiento es bueno pero solo en el papel.
La situación ha hecho también que Procter & Gamble, según el mismo diario, anunciara una rebaja de 275 millones de dólares en su negocio de Venezuela, y las aerolíneas American Airlines y Delta Air Lines recorten sus vuelos.
La publicación señala que el vecino país que antes era un “centro de beneficios para las empresas multinacionales, se ve cada vez más como un agujero negro financiero”
Agrega que el caos económico del país está pasando factura y las restricciones de divisas también están haciendo que las ganancias se evaporen.
“Solía ser un país muy rentable para ellos, pero creo que estamos golpeando la pared”, dijo Carlos Tejera, gerente general de la Cámara de Comercio Americana Venezuela.
“Todo apunta a que estas multinacionales van a tener que tomar una mirada muy fría y dura en lo que está pasando aquí y tomar una decisión, porque esto es insostenible”, aseguró.
Los problemas tienen su origen en la moneda del país, el bolívar. Recientemente, el vicepresidente para el área económica del Gobierno de Venezuela, Rafael Ramírez, anunció que en un corto plazo se pondrá fin al actual modelo de compraventa de divisas que registra tres tasas de cambio diferentes e implantará uno basado en un sistema de bandas.
“Sobre ese tema no se ha tomado ninguna decisión y no sabemos ese sistema qué quiere decir”, afirmó Magdalena Pardo, presidenta de la Cámara de Comercio Colombovenezolana.
Según la dirigente gremial, si bien el vecino país ha bajado sus importaciones, el mercado colombiano está a la expectativa de que se estabilicen los indicadores económicos para que se refleje el verdadero valor de las cosas.
En Venezuela están empresas de los sectores de alimentos y automotriz que podrían afectarse por el movimiento de las tasas.
“Hay muchas establecidas comercialmente pero no desde el punto de vista productivo. Por ahora, los más afectados son los importadores porque se encarecen los productos entre 30 y 40 por ciento”: