La economía estadounidense se contrajo más que lo previsto en el primer trimestre, de acuerdo a la segunda estimación del departamento de Comercio, netamente revisada a la baja el jueves.
El Producto interno bruto (PIB) estadounidense retrocedió 1 por ciento en términos anualizados en el período enero-marzo.
El invierno particularmente riguroso afectó a todos los sectores de actividad, con excepción de los gastos de consumo, que se mantuvieron en 3,1 por ciento, estimulados por los gastos en los servicios (+4,3 por ciento).
Sin embargo, esta contracción no suscita temores de recesión, definida por la caída del PIB durante dos trimestres consecutivos.
Los economistas esperan un crecimiento más dinámico en el segundo trimestre, alrededor de 3 por ciento, como ha recordado la presidenta de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Janet Yellen, a principios de mayo, cuando afirmó que la economía estaba "en la senda de un sólido crecimiento".
La mediana de las previsiones de los analistas estimaba un descenso de 0,5 por ciento, cuando Comercio preveía un crecimiento de 0,1 por ciento en el primer trimestre.
La economía estadounidense sufrió una recesión tras la crisis financiera, entre diciembre de 2007 y junio de 2009.
AFP