Estados Unidos vetó temporalmente ayer a BP de los contratos del Gobierno, por su falta de “integridad de negocios” tras el derrame de crudo de la plataforma Deepwater Horizon en el 2010, una medida que según la compañía británica podría forzarla a replantear sus operaciones en el país norteamericano.
La Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) dijo que la suspensión era una práctica “estándar luego de acciones criminales tomadas contra la compañía”.
Previamente, este mes, BP Plc se declaró culpable de conducta criminal tras el desastre del golfo de México, el peor derrame de petróleo registrado en la historia de Estados Unidos, y accedió a pagar multas récord por 4.500 millones de dólares.
La suspensión establece que BP y sus filiales no podrán tomar contratos nuevos con el Gobierno estadounidense, incluyendo una licitación pendiente para nuevos territorios de exploración en el golfo de México, una de las mayores regiones de producción de la gigante británica en el mundo.
Sin embargo, la agencia estatal anunció que la suspensión no afecta los contratos actuales.
“Las suspensiones son una práctica estándar cuando surge el tema de la responsabilidad mediante un caso criminal”, dijo la agencia EPA.
