Así mismo, aseguró que tal mecanismo sería muy distinto a los rescates solicitados por Portugal e Irlanda.
"No es un rescate a la portuguesa, a la irlandesa (...) esto no es un rescate en absoluto", afirmó en una entrevista con la emisora ABC Punto Radio, sobre el programa anunciado en septiembre por el BCE que le permitiría comprar en el mercado secundario deuda de los países de la Eurozona que lo soliciten.
Portugal e Irlanda, que ya no logran financiarse en los mercados, tuvieron que recurrir a una ayuda de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI) que implica una intervención de sus economías.
El gobierno español, "a fecha de hoy, ha decidido no pedir la asistencia financiera que implica la puesta en marcha de ese programa del BCE" pero "eso no quiere decir, como ha dicho el presidente del gobierno, que no lo pueda pedir a futuro", subrayó De Guindos reafirmando las declaraciones del jefe del ejecutivo, Mariano Rajoy.
El ministro español consideró "excesivo" el diferencial entre los intereses que debe pagar España para financiarse a diez años y los que paga Alemania -la denominada "prima de riesgo"- pero lo atribuyó ante todo a "la existencia de dudas sobre el futuro del euro". "España, lo que necesita, es que se disipen y se eliminen las dudas sobre el futuro del euro", aseguró, subrayando que actualmente esas inquietudes ya son menores que hace seis meses.
La prima de riesgo mide el grado de desconfianza de los mercados respecto a la deuda de un país.
En el caso de España, giraba en torno a los 387 puntos en los últimos días, frente a los más de 600 alcanzados en julio.
El anuncio del programa de compra de deuda del BCE bastó para relajar sensiblemente la tensión de los mercados sobre la deuda española.
AFP