El gobierno Trump intensificó la presión sobre la Organización Mundial del Comercio (OMC) al plantear la posibilidad de bloquear la aprobación del presupuesto bienal de la institución y detener su trabajo a partir del próximo año.
Durante una reunión habitual del comité de presupuesto de la OMC, un delegado de EE. UU. expresó su preocupación por los pagos de la organización al organismo de apelación, que según la Administración ha excedido su mandato.
(China denunció ante la OMC los nuevos aranceles de Trump).
EE. UU. también expresó su preocupación por el desvío de fondos a un sistema de resolución de disputas recientemente defendido por la Unión Europea, Canadá y Noruega.
Debido a que las decisiones de la OMC deben tomarse por consenso entre los 164 miembros, la maniobra de bloqueo de EE.UU. amenazaría el funcionamiento adecuado de la organización. Los países tienen hasta el 31 de diciembre para adoptar un presupuesto para 2020 y 2021 y retomarán el tema el próximo martes. Si Trump elimina la financiación, pondría en peligro el futuro de la OMC y obligaría a repensar la forma de negociar acuerdos comerciales y resolver el creciente número de disputas.
Portavoces de la OMC y el representante de Comercio de EE. UU. declinaron hacer comentarios.
La medida marca una escalada en el enfoque de Trump hacia el organismo, del cual el Presidente ha amenazado con retirarse.
(OMC rebaja pronóstico de crecimiento para el comercio mundial).
Trump culpa igualmente a la OMC por permitir que China se convirtiera en un poder económico rival en las últimas dos décadas.
EE. UU. aporta más dinero que cualquier otro al presupuesto de la OMC: US$22,8 millones en 2019. El total de 2019 fue de 197,2 millones de francos suizo.
Trump argumenta que el sistema de solución de controversias de la OMC amenaza los derechos soberanos de EE. UU. El país planea presentar una declaración sobre las “preocupaciones con respecto a la compensación de los miembros” en la reunión del 22 de noviembre, según un documento publicado ayer por la OMC.
En los últimos dos años, el gobierno de Trump ha bloqueado todos los nuevos nombramientos en el órgano de apelación de la OMC, que tiene la última palabra en la defensa, modificación o revocación de las decisiones que afectan a las compañías más grandes del mundo y miles de millones en comercio internacional.
El órgano de apelación de siete miembros ahora opera con solo tres, que es el mínimo requerido para firmar las resoluciones de apelación de la OMC. Los términos para dos de esos miembros expirarán el 10 de diciembre.
Thomas Graham, abogado estadounidense y uno de los miembros restantes del organismo de apelación, dijo que probablemente se marchará al final de su mandato, en lugar de quedarse para juzgar los casos que ya le han sido asignados, como se ha hecho en el pasado.
La partida de Graham arrojaría todas las apelaciones pendientes y futuras al limbo jurídico, ya que no habría suficientes miembros de apelación para resolver disputas. Hay una docena de casos pendientes, incluida uno sobre las restricciones de la UE a las importaciones rusas de gas natural y un par entre EE. UU. y Canadá sobre papel y madera blanda.
Canadá, la UE y Noruega ya acordaron recientemente establecer un canal alternativo para resolver las disputas comerciales con el fin de evitar el punto muerto que se avecina en el futuro próximo.
EL ACUERDO AÚN NO ESTÁ CERRADO
(EFE) Estados Unidos y China están “cerca” de un primer acuerdo para solventar su guerra comercial, dijo Trump, que avisó de que si el pacto no cristaliza no dudará en elevar los aranceles. “Si no tenemos un acuerdo, subiremos sustancialmente esos aranceles”, aseguró Trump en un discurso.
Esto se dijo el mismo día en que se supo que los aranceles y las represalias amenazan la actividad y cerca de 1,5 millones de empleos en Estados Unidos, según un estudio publicado este martes.
Bloomberg