La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó que el trabajo forzoso en América Latina y el Caribe deja ganancias por 12.000 millones de dólares, 90 por ciento de las cuales proviene de la explotación sexual.
Según el informe 'Ganancias y pobreza: aspectos económicos del trabajo forzoso', presentado esta semana por la OIT en Ginebra, en el mundo hay 21 millones de personas víctimas de este flagelo cuya explotación genera ganancias por unos 150.000 millones de dólares, de los cuales 99.000 millones provienen de la explotación sexual comercial.
En América Latina y el Caribe las ganancias del trabajo forzoso provienen de la explotación sexual comercial (10.400 millones de dólares), trabajo doméstico (500 millones de dólares) y explotación laboral (1.000 millones de dólares), que se centra principalmente en el sector agrícola, pero que también toca a otros como construcción, manufacturas, minería y servicios.
De acuerdo al informe presentado por la OIT, en la región cada víctima de trabajo forzoso genera ganancias anuales por 7.500 dólares.
“Es fundamental recordar que detrás de estas cifras hay millones de personas para las cuales no hay futuro ni posibilidades de salir de la pobreza ni de tener una vida digna”, alertó la directora regional de la OIT, Elizabeth Tinoco, quien destacó que estas ganancias obtenidas ilegalmente contrastan con las “enormes pérdidas no solo materiales sino también morales y de integridad física y mental para las víctimas de trabajo forzoso, para sus familias y para la sociedad en su conjunto”.
La directiva señaló que las víctimas son las personas más vulnerables de las sociedades, los trabajadores más pobres con menores cualificaciones y oportunidades de educación.