La Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca (OMB) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía de Estados Unidos, que sitúa ahora en el 1,7 por ciento y 2,6 por ciento para el 2011 y 2012, respectivamente, y pronosticó que el desempleo se mantendrá en torno al 9 por ciento en ambos periodos.
Estos datos corresponden a la revisión de las previsiones económicas de mitad de año, y suponen una notable rebaja con respecto a lo vaticinado en febrero, cuando se ubicó el crecimiento del producto interior bruto (PIB) en el 2,7 por ciento y 3,5 por ciento, respectivamente.
El documento cita como causas de esta debilidad el aumento de los precios del petróleo, la ralentización de la economía europea y la frágil recuperación del mercado inmobiliario en Estados Unidos.
El director de la OMB, Jack Lew, aseguró que los datos “subrayan la necesidad de volver a una senda fiscal sostenible”, y que se necesita también invertir en el crecimiento a largo plazo y la creación de empleo.