Cuando la antigua Unión Soviética se desmembró en 15 nuevos países, Moscú esperaba conservar su esfera de poder entre sus antiguas repúblicas y, aunque en parte fue así durante mucho tiempo, en algún momento algunos territorios se acercaron a occidente reduciendo así la sombra del Kremlin.
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Con la invasión de Rusia sobre Ucrania, que ya apunta a su segundo mes, una ola de rechazos y apoyos corrió en el mundo. Como bien se sabe, occidente reprochó este accionar, pero otros países le dieron su visto bueno.
Una foto del rechazo de la Comunidad Internacional fue la condena del accionar bélico por parte de 141 de 193 países en la Asamblea de Naciones Unidas. En ese momento, solo cinco países rechazaron la resolución, entre esos, la propia Rusia y Bielorrusia. Este último se ha mostrado como un aliado clave de Moscú en los más de 30 días de la ofensiva.
Entre las abstenciones, unas 35, sobresalen las ex repúblicas soviéticas de Armenia, Kazajistán y Kirguistán. Otras, como Azerbaiyán, Turkmenistán y Uzbekistán, no tienen derecho al voto.
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Estos territorios, que pertenecen a Asia Central, están rodeados por China, Afganistán, Irán y por supuesto, Rusia, por lo cual son altamente cercanos a Moscú, su principal aliado político y económico. En esta zona también se desarrolla el bloque de integración Unión Económica Euroasiática.
En los últimos días, Kazajistán y Uzbekistán, dos de los países más importantes de la zona, públicamente han tenido muestras de apoyo a Ucrania, desconcertando a propios y extraños de la geopolítica mundial.
Desde que comenzó la guerra Kazajistán no ha reconocido a las provincias separatistas del este ucraniano, se negó al envío de tropas, pero tampoco rechazo la invasión. Inclusive, han autorizado manifestaciones en favor de Ucrania en Nursultán, su capital.
Por otro lado, Uzbekistán condenó abiertamente la invasión rusa sobre Ucrania, siendo el único país de la región en hacerlo, rechazó reconocer a las provincias prorrusas del Donbás y envió ayuda humanitaria al país.
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Sin embargo, más allá de esas muestras públicas proucranianas, la realidad es que aún no cambian, del todo, su fuerte vínculo con Moscú. En la reciente votación sobre la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos, Uzbekistán, Kazajistán, Kirguistán Tayikistán y el propio acusado votaron en contra. Armenia y Azerbaiyán, no pudieron ejercer su derecho al sufragio.
“Bielorrusia y los países del sufijo -suelen abstenerse para no votar en contra, salvo el caso del primero. Esa abstención, al igual que el voto en contra, queramos o no, termina siendo un apoyo tácito a Rusia”, dijo Mario Aller, docente de relaciones internacionales de la Universidad Javeriana.
Armenia y Azerbaiyán, enfrentados por Nagorno-Karabaj, coinciden en mantenerse neutrales para ambos estados aliados, pidiendo por la integración del territorio ucraniano y enviando ayuda, pero sin rechazar categóricamente la invasión.
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LOS RECHAZOS
Los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), así como Georgia y Moldavia, por su mirada europeísta, han rechazado contundentemente la invasión de Rusia sobre Ucrania tanto en declaraciones públicas como en instancias multilaterales. Estas últimas, al igual que Ucrania, piden pista para entrar en la UE.
ROBERTO CASAS LUGO
Periodista Portafolio