Venezuela cerró los centros electorales este domingo y en algunos de ellos la abstención superó el 80%.
(Venezuela, una vieja potencia petrolera en crisis).
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela tuvo que atrasar una hora el cierre de los centros de votación para los comicios legislativos de este domingo, pese a la escasez de electores que se ha observó durante toda la jornada.
"En razón de que tenemos el reporte de que, para esta hora, se mantiene la concurrencia de electores en los centros de votación, hemos decidido en reunión de la directiva del CNE que estos centros podrán permanecer abiertos hasta las 7 de la noche o hasta que haya electores en la cola", dijo el vicepresidente de esa entidad, Leonardo Morales.
Las elecciones para renovar la totalidad del Parlamento de Venezuela comenzaron este domingo, sin la participación de los principales partidos de oposición que la tachan de fraudulenta y sin respaldo internacional.
El chavismo -que tiene previsto arrasar en este proceso para entregarle al presidente Nicolás Maduro el control de la Asamblea Nacional, único poder público en manos de la oposición que lidera Juan Guaidó- movilizó desde la madrugada a su militancia para sufragar a primera hora.
(Maduro dejaría presidencia si oposición gana elecciones legislativas).
"¡Llegó la hora, a votar por la paz, por la patria, por el futuro!", expresó Maduro en la aplicación de mensajes Telegram.
ELECCIONES SIN OPOSICIÓN NI RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Más de 20 de los 30 millones de venezolanos están llamados a las urnas en unos comicios en los que el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) busca la "victoria perfecta" y hacerse con el único poder que desde 2015 controla la oposición liderada por Juan Guaidó.
Militantes del chavismo se agruparon desde temprano en barriadas del país lanzando cohetones y haciendo sonar el "toque de diana", la madrugadora canción militar que despierta a la tropa y que se ha vuelto una tradición para movilizar a los militantes del PSUV.
"Aquí estoy cumpliendo con mi derecho a votar", dijo Raúl Urquía, de 63 años, a las afueras de un centro de votación en el centro de Caracas donde unas 200 personas esperaban para sufragar, todos con el tapabocas obligatorio por la pandemia. "Vengo a votar contra el imperialismo, vengo a votar contra los que usaron la Asamblea para pedir sanciones, este es un voto antiimperialista".
"Frente a la guerra económica bestial de Estados Unidos, nos sentimos con ánimo de seguir combatiendo y lograr ganar la Asamblea Nacional", indicó por su parte Nelson González (73). El canal gubernamental VTV mostró varios centros abiertos y gente votando.
ASAMBLEA “PROGRINGA”
Maduro dijo el sábado que atrás quedará la "Asamblea Nacional progringa" encabezada por Guaidó, reconocido presidente encargado de Venezuela por Estados Unidos entre medio centenar de países.
El líder opositor aseguró, por su parte, que "el objetivo de Maduro" es "aniquilar al Parlamento" y llamó a la abstención en este proceso que tilda de "fraude".
Con todo, una pequeña fracción disidente de la oposición buscará ganar alguno de los 277 escaños.
Guaidó llama en paralelo a una especie de plebiscito (7-12 de noviembre) para prolongar el período parlamentario hasta que puedan celebrarse elecciones "libres, verificables y transparentes".
Pero esa consulta no será más que testimonial, toda vez que Maduro ejerce el control territorial e institucional con el respaldo de la cúpula militar, considerada su principal sostén.
RECHAZO INTERNACIONAL
Venezuela atraviesa una debacle económica --con años de recesión, hiperinflación y servicios públicos colapsados-, que debe traducirse en una baja participación, según expertos.
Los comicios del 6 de diciembre han recibido un amplio rechazo internacional. Estados Unidos ya anunció que no reconocerá el resultado de las votaciones; la Organización de los Estados Americanos (OEA) las rechaza por falta de condiciones y una asociación internacional de juristas las considera una "ficción" sin validez legal.
Un grupo de representantes bipartidistas del Congreso estadounidense condenó el viernes los comicios porque "no cumplen con ningún estándar para un proceso libre y justo".
Washington es el principal aliado de Guaidó y lidera la presión internacional contra Maduro con sanciones económicas, incluido un embargo petrolero vigente desde abril de 2019.
La Unión Europea, por su parte, desestima que las parlamentarias sean "justas, transparentes y creíbles", por lo que su reconocimiento al proceso es poco probable, comentaron fuentes europeas.
El bloque europeo pidió meses atrás posponer los comicios, condición para el envío de una misión de observación internacional al país. El gobierno socialista rechazó de plano la petición, tachándola de "inadmisible".
“ASUMO EL RIESGO”
El chavismo perdió el control del Parlamento en 2015 tras 15 años de hegemonía chavista. Sin embargo, Maduro rápidamente anuló su poder a través de la Corte Suprema de línea oficialista.
Con todo, fue desde la jefatura del Parlamento que Guaidó reclamó en 2019 la presidencia encargada, luego de que la Cámara declarara a Maduro "usurpador" por reelegirse en votaciones "fraudulentas" en mayo de 2018.
Guaidó ha dicho que, pese al resultado de las elecciones, no pretende irse del país ante las amenazas que se han lanzado desde el chavismo sobre una ley contra "traidores" como él. "Asumo el riesgo de quedarme en Venezuela", dijo Guaidó a la AFP esta semana.
AFP