Una desaceleración global ha aumentado la especulación de que el crecimiento de Estados Unidos se enfriará lo suficiente como para obligar a los responsables de las políticas de la Reserva Federal a esperar un poco más antes de volver a subir las tasas de interés.
La perspectiva de retrasos hizo bajar al dólar y dio un impulso a los metales como inversiones alternativas. Los especuladores aumentaron sus apuestas al avance de los precios del oro y la plata y se volvieron menos pesimistas respecto al cobre.
Los precios del cobre y el oro han subido por tres semanas consecutivas, registrando el mayor repunte desde al menos mediados de abril pasado. El índice Bloomberg de la minería mundial, que consta de 80 miembros, registró un aumento de un 8,2 por ciento la semana pasada, añadiendo más de US$38.000 millones al valor combinado de la compañías.
Los metales se están recuperando del desplome que enfrentaron en 2015, cuando la sobreoferta y el bajo interés de los inversores provocaron disminuciones anuales.
“La gran razón para que se diera este repunte tiene que ver en parte con una reversión del panorama macroeconómico”, dijo Maria Smirnova, gerente de cartera de valores de Sprott Asset Management con sede en Toronto, que supervisa 8.500 millones en dólares canadienses (US$6.100 millones). “De repente, la Fed actúa pesimista, el crecimiento parece disminuir en todo el mundo y las tasas de interés bajan en todas partes. En estos momentos estamos frente a una exposición negativa al riesgo y la gente prefiere comprar oro y otros metales”.
Los administradores de fondos aumentaron sus tenencias combinadas con posiciones netas largas a través del oro, la plata y el cobre en un 69 por ciento a 40.729 contratos en la semana finalizada el 2 de febrero, según la información que dio a conocer solo tres días después la Comisión de Comercio en Futuros sobre Mercancías de los Estados Unidos.
Apenas dos semanas antes, los fondos apostaban a nuevos descensos, con una posición neta corta de 16.487. El oro subió un 3,7 por ciento la semana pasada a US$1.157,70 por onza (28,35 gramos) en Nueva York, mientras que el cobre registró un aumento del 1,7 por ciento. El lingote extendió su avance este lunes, subiendo hasta 3 por ciento en el Comex.
El oro subió un 3,7 por ciento la semana pasada a 1.157,70 dólares por onza (28,35 gramos) en el mercado de Nueva York”.
El oro es uno de los mayores benefactores de la desaceleración económica, ya que también se considera un activo de refugio. Los precios han subido un 12 por ciento en 2016.
Desde el comienzo del año, los inversores añadieron US$2.400 millones a los fondos que cotizan en la bolsa vinculados a los metales preciosos, según datos reunidos por Bloomberg.
Esto sigue a un retiro de US$2.700 millones en 2015, cuando se registró una tercera pérdida anual consecutiva en los lingotes. El metal se encuentra “en proceso de tocar fondo”, según escribieron en un informe los analistas de Bank of America Merrill Lynch el 5 de febrero.
EL MEJOR SEGURO EN CASO DE CRISIS
Los temores a una fuerte turbulencia económica global obligan a los inversores a pensar en refugios superseguros y allí los metales son los que más reputación tienen.
“Hemos regresado al oro”, dijo en una entrevista telefónica Jeff Sica, que ayuda a supervisar 1.500 millones de dólares en calidad de fundador y presidente de Circle Squared Alternative Investments en Morristown, Nueva Jersey.
Existe una “mayor probabilidad, sobre todo últimamente, de nuevas turbulencias económicas, no solo aquí, sino también en Europa”, agregó.