Esta semana se cumplen los primeros 100 días desde que Joe Biden se hizo cargo del gobierno de Estados Unidos el 20 de enero, un mandato que ha estado centrado en la economía y la vacunación, y en el que ha logrado adelantar varias de las promesas de campaña.
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La primera de estas fue el plan de estímulo, el cual se anunció cinco días antes de su posesión y se aprobó el 10 de marzo, por un valor de US$1,9 billones.
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De momento, como afirman los expertos, este plan fue clave para el cambio en el panorama económico del país. Mientras que el FMI esperaba que creciera en 2021 el 3,1%, según el informe de octubre, la entidad subió esa cifra a 5,1% en enero, ya con la perspectiva del estímulo, y en los pronósticos de marzo volvió a mejorar hasta el 6,4%.
En esa misma línea, la Ocde calculó que el estímulo que se aprobó aportaría 3 puntos porcentuales al crecimiento del país este año, e incluso sumaría 1 punto porcentual al repunte global.
Tras esa ‘pelea’, que fue rápida pues solo necesitó el apoyo de los demócratas en el Congreso, Biden adelanta otras de sus principales propuestas de campaña, con las que venció a Donald Trump, y que podrían suponer una mayor dificultad.
Una es su proyecto de infraestructura, el cuál promete inversiones por unos US$2,25 billones en ocho años. Entre las iniciativas del programa ‘Build Back Better’, habrá US$620.000 millones para vías y transporte, así como otros montos para mejorar el sistema de agua y electricidad, ayudar a la fabricación nacional y temas de innovación y protección social. Este proyecto se encuentra en manos del Congreso.
Asimismo, y relacionado con el plan de infraestructura, en los primeros 100 días Biden ha sido muy activo en el tema tributario. Durante la campaña, una de las promesas fue incrementar los impuestos corporativos que Trump bajó del 35% al 21%, y subirlos hasta el 28%, plan que también se le presentó al Congreso hace unas semanas.
Pero no es el único frente en el que se encuentra. En los últimos días se habló de que Biden presentará otro cambio fiscal, esta vez destinado a los más ricos y a inversionistas, a quienes impondría una tasa de 43,4%.
Sin salir del aspecto tributario, a diferencia del anterior gobierno, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, propuso la creación de un impuesto de sociedades mínimo global para eliminar la competencia entre países, que se estima que podría estar entre el 21% y el 25%. De igual forma, se ha mostrado más abierta a alcanzar un acuerdo en la Ocde para impulsar un tributo a las tecnológicas.
También, durante sus primeros 100 días en el Gobierno, Biden presentó su propuesta de presupuesto para el 2022, el cual ascendería a US$1,5 billones y tendría sus prioridades en el cambio climático, la salud y la educación.
“El gobierno de Biden comenzó mejor de lo que se esperaba y superó las expectativas. Sus principales logros tienen que ver con las políticas en torno a la recuperación de la recesión y a la política de salud, no solo en vacunación, sino también de medidas para reducir el contagio sin frenar la economía”, considera Jorge Restrepo, profesor de economía de la U. Javeriana.
En esta línea, Camilo Pérez, gerente de investigaciones económicas de Banco de Bogotá, también destaca el inicio del gobierno de Biden. “Es evidente el mejor liderazgo en varios frentes. Uno ha sido el manejar la pandemia, pues se trazaron unas metas y se han ido cumpliendo, y el otro logro es en la economía. Es evidente que el panorama internacional cambió con la aprobación del estímulo fiscal que impulsó, mientras que sus proyectos en temas como infraestructura o impuestos pueden ser grandes avances. Estos dos factores combinados hacen que su PIB sea el que mejor comportamiento va a tener entre los mercados desarrollados, y que sea el país que ha tenido mejores revisiones al alza de crecimiento”.
LAS REACCIONES
Aunque al inicio del mandato los mercados se mostraron inquietos por la llegada de Biden y su plan económico, catalogado de izquierda, al menos en los primeros 100 días se mantuvo la ‘luna de miel’.
Desde que Biden tomó las riendas (sin contar las alzas previas) el Dow Jones siguió su escalada y acumula hasta ayer un alza de 9,11%. El S&P ha repuntado 8,71% y el Nasdaq subió un 5%.
De igual forma, en el primer trimestre la confianza del consumidor subió 13 pps hasta su mayor cifra desde el inicio de la pandemia, mientras que la actividad empresarial llegó en abril al mayor nivel desde que se mide en el 2009.
Cabe destacar que el desempleo siguió bajando en el primer trimestre, y frente al 14% al inicio de la pandemia, en marzo volvió a 6%, mientras que las solicitudes por desempleo cayeron la última semana a un mínimo en la pandemia.
IMPULSO EN LAS DOSIS
El otro campo en el que se centró Biden en su gobierno, y que fue otra de las promesas de campaña, es el impulso en la vacunación, un área en la que ha logrado un buen desempeño.
Biden prometió que pondría dosis a 100 millones de personas al 21 de marzo, y ya suma ya más de 231 millones de unidades de la vacuna inoculadas en su población, lo que hace que a estas alturas, el 36% de los ciudadanos estén cubiertos.
Con un promedio diario de 2,74 millones de vacunas administradas (900.000 al 20 de enero), se estima que el país lograría inmunizar al 75% de la población en tan solo tres meses más.
Con todo, aunque el gobierno de Biden ha sido positivo en economía y salud, tiene retos por delante. Según Restrepo, “están la estabilidad fiscal detrás de sus enormes programas de gasto, una reforma tributaria que será muy difícil de aprobar y que tendrá una fuerte oposición, así como en el plano internacional, con el desafío de un balance entre contrarrestar influencia de Rusia y China, y mantener el multilateralismo”.
Cabe decir que entre las propuestas que hizo en campaña, pese a que se vio un gran cambio frente a Trump en temas climáticos, falta por conocer los planes de inversiones ‘verdes’ y de renovables.