El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, prometió ayer un apoyo “intenso y sostenido” de Washington a Irak, pero dijo que el país solo sobrevivirá si sus líderes toman medidas urgentes para reunificarlo. Horas antes de que Kerry llegara a Bagdad, tribus sunitas que se han incorporado a la ocupación del norte de Irak por parte de militantes tomó el único punto de cruce legal hacia Jordania, dijeron fuentes de seguridad. Con esto, no quedó presencia de tropas a lo largo de toda la frontera occidental, que incluye algunas de las rutas comerciales más importantes de Oriente Medio.
El presidente estadounidense Barack Obama ha ofrecido hasta 300 asesores estadounidenses a Irak, pero no accedió al pedido del Gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, liderado por musulmanes chiítas, para que se realicen ataques aéreos a fin de contrarrestar el avance de los militantes sunitas.
Los funcionarios, en tanto, han pedido que los iraquíes formen un Gobierno inclusivo. La insurrección fue alimentada por una sensación de marginalización y persecución entre los iraquíes sunitas.
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