La economía de la zona euro volvió a tropezar este mes. Un indicador clave cayó a su nivel más bajo en cuatro años, lo que afectó las expectativas de una recuperación económica tras la actual desaceleración.
Asimismo, el PMI compuesto de IHS Markit también mostró que el crecimiento del empleo y de los pedidos se desaceleró y las expectativas de las empresas disminuyeron. El euro, que se desplomó previamente por una lectura débil en Alemania, cayó un 0,3% frente al dólar.
(¿Cómo se movería la economía mundial en los próximos años?).
Las cifras serán otra decepción para los responsables de política del Banco Central Europeo, que cuentan con un repunte este trimestre mientras se preparan para comenzar a retirar el estímulo monetario. El banco ha reconocido “fragilidades” en la economía, pero mantiene su postura de que la expansión generalizada permanece intacta.
El economista jefe del Banco Central Europeo, Peter Praet, dijo que los riesgos a la baja han aumentado, pero la perspectiva general sigue siendo “ampliamente equilibrada”.
Cambiar esa perspectiva sería un gran giro para el BCE, que tendrá que confirmar en su reunión en menos de tres semanas si suspenderá las compras de bonos para finales de año, como está previsto.
El PMI se suma a una racha de malas noticias para la zona euro. La semana pasada, la Ocde redujo su pronóstico de crecimiento económico y la confianza del consumidor más de lo previsto. Otros datos confirmaron que la economía de Alemania se contrajo por primera vez en más de tres años, y las exportaciones resultaron ser un gran obstáculo. La contracción se debió a una caída temporal en la industria automotriz, pero la debilidad del PMI suscita incertidumbre sobre el repunte inesperado.
En la zona euro, mientras que el PMI aún sugiere un crecimiento económico trimestral general del 0,3%, hay advertencias por todo el informe. Según Markit, los indicadores son “preocupantemente tenues”, y la debilidad de la zona podría no ser por Alemania.
“La economía se enfrenta a un final decepcionante de año”, aseguró Chris Williamson, economista jefe de negocios en IHS Markit.
ARGENTINA, CAYÓ MÁS
La actividad económica argentina se contrajo por sexto mes consecutivo en términos interanuales y las importaciones se desplomaron en medio de señales de un empeoramiento de la crisis. La actividad cayó 5,8% en septiembre frente al mismo mes del año anterior sobre todas las estimaciones de analistas encuestados por Bloomberg.