A la espera de que tal como prevé el mercado la Reserva Federal suba hoy las tasas de interés una vez más, si se llega a dar una situación en la que el banco central de Estados Unidos decida acelerar su ritmo de incrementos, esto podría suponer problemas para las economías de la región.
De acuerdo con Joe Bormann, director Ejecutivo de calificaciones corporativas para América Latina de Fitch Ratings, los riesgos que generan aspectos como la guerra comercial que está llevando a cabo Estados Unidos podrían generar esta situación en la economía internacional.
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¿Cuál es su visión general de la situación crediticia en Latinoamérica?
Creo que la mayoría de las compañías no están en una situación de problemas, pero es cierto que Latinoamérica ha sido un lugar extremamente complicado para estar desde el punto de vista crediticio en los últimos tres o cuatro años.
Tenemos Brasil con una larga recesión, un crecimiento muy lento en países como Chile, Perú o Colombia, y en Argentina honestamente vemos un escenario muy difícil para más de 10 años, por lo que la mayoría de las compañías han tenido que ser muy defensivas, implementar un mejor manejo que el que solían tener y han reducido sus costos de operación, sus gastos y también sus dividendos por el menor crecimiento de sus ganancias.
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¿Pero ven un cambio en esta tendencia?
Claramente cabe destacar que globalmente el 2018 y 2019 serán unos años bastante buenos, por lo que al menos externamente, las condiciones son positivas para empresas como las exportadoras, para países petroleros por el precio del crudo, para las mineras también habrá un mercado favorable, y eso se traslada a otras industria. De igual forma, hacia el interior, la mayoría de los países están creciendo más de lo que lo hacían con la excepción de Argentina.
¿Cómo ven los riesgos que enfrentan las empresas?
En primer lugar, diría que los riesgos en la región son manejables por varias razones: la primera es que si se observan los niveles de apalancamiento actual desde el punto de vista corporativo, estos son muy bajos, precisamente por los manejos de los últimos años. En este sentido, es de 3 veces en Brasil, 2,5 veces en Colombia o 2,3 en Perú o México, cifras realmente bajas que suponen un nivel muy manejable.
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Desde el lado del crédito, en la primera mitad del año las compañías han entrado en el mercado de bonos de una forma agresiva y han obtenido más de US$30.000 millones de financiación externa, una cifra muy interesante. Pero esos son las cosas que conocemos, el problema pueden ser las que no conocemos en estos momentos.
¿Y estas cuáles son?
Por ejemplo, qué impacto tendrá la guerra comercial en términos de los modelos de inflación en todo el mundo, o qué afectaciones podrían hacer que la Reserva Federal subiera las tasas de interés a un ritmo más rápido al que se está haciendo en la actualidad, en el que se espera que el indicador acabe en el 2,5% este año.
En este sentido, si se producen más alzas y esta acaba en una cifra más alta, tendría efectos negativos para la economía de Latinoamérica, pues se verían movimientos en las cotizaciones de las monedas locales, posibles incrementos en las tasas de los bancos centrales de cada país, etc. Todo esto depende de qué impacto tenga finalmente la guerra comercial en la economía global.
¿Cómo ve a Colombia?
La verdad es que en Colombia los indicadores se han movido bien, con una aceleración del crecimiento económico respecto al 2017. De igual forma, el PIB del próximo año podría estar impulsado por los precios del petróleo y después de las elecciones se ha visto una mejora de la confianza. Pero volvemos a lo mismo, una guerra comercial podría suponen un empeoramiento para estos indicadores y convertirse en un problema para el país. Además, la región en su conjunto ya está bastante integrada en el comercio internacional, por lo que es también bastante sensible a una guerra comercial.
¿Cómo se encuentran las empresas de Colombia frente al resto de Latinoamérica?
Creo que las compañías en Colombia han sido muy conservadoras ante la caída de los precios del petróleo, por lo que si se miran las cifras de inversión de las grandes empresas del país, son mucho más bajas que sus comparables de la región. Están invirtiendo en promedio menos que otros países.
Pero ya vimos un mayor dinamismo en 2017 y creemos que esa tendencia seguiría este y los próximos años. Lo que es claro es que tienen un buen entorno para crecer en Colombia y el país presenta unos buenos indicadores.
¿Cuál cree que es la principal amenaza para las compañías latinas?
Es algo muy distinto país por país. En Brasil, su crecimiento es muy lento y hay mucha incertidumbre política, por lo que hay muchas visiones distintas de lo que pueda pasar según quien gane. En Argentina se tiene un problema muy grave de crédito y de déficit, y pensamos que el PIB va a caer un 2,5%, por lo que el país está en una situación muy preocupante. El panorama para Chile es más estable, al igual que ocurre en México, a pesar de que en este país hay cierta incertidumbre acerca de las políticas del nuevo Presidente.
Perú continúa decepcionando pues su crecimiento está por debajo de su potencial y Colombia vemos que los indicadores de confianza de los consumidores y empresa son positivos, mientras que la reforma fiscal, la baja inflación y las bajas tasas de interés creemos que van a generar un mejor 2019 y 2020. A nivel general, las firmas presentan grandes retos, sobre todo si se le suman las alzas de tasas en Estados Unidos.
¿Qué tan preparadas están las empresas ante la transformación digital?
Este es un tema que se ha vuelto recurrente en muchas de las reuniones que tenemos. Vemos que todas las compañías están buscando herramientas y maneras que les ayuden a mejorar sus indicadores, la productividad y bajar los gastos a través de la tecnología.
Hace meses pronosticó un año difícil. ¿Finalmente ha sido tan negativo?
Creo que realmente este año no fue tan malo, pero todavía hay muchos riesgos y se verá tanto defaults, como mayores crecimientos.
Rubén López Pérez