Al tiempo que la cotización de unas materias primas está en máximos históricos, los mercados bursátiles registran las mayores caídas en meses.
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Y mientras las criptomonedas se desploman, otros países celebran los buenos precios de sus productos agrícolas. En momentos en los que el mundo trata de consolidar su recuperación, ¿qué nos dice el mercado en cuanto a la marcha de la economía?
Son muchos factores los que están teniendo incidencia en la reactivación y en las perspectivas de esta, que en gran medida es con lo que trabajan los mercados para definir su rumbo. Uno de ellos claramente es la vacunación, que ya ha adelantado más de 1.600 millones de dosis a nivel internacional.
Otro de ellos es la marcha de la economía. Mientras que se espera que el PIB global crezca 6% según el FMI, y el de Estados Unidos podría llegar incluso al 7% gracias a los grandes estímulos, la eurozona tuvo una caída interanual de 0,6% en el primer trimestre.
No obstante, el sector privado de la eurozona tuvo en mayo su mejor resultado en años.
“Es importante dejar claro que el escenario que enfrentamos no tiene paralelo en la historia. Han existido pandemias, pero jamás se habían enfrentado desde la política económica: indujimos a la actividad en un coma para evitar lesiones en salud mayores y estamos volviendo a la normalidad en un contexto de estímulos amplios, solo comparables con los desplegados en épocas de guerra”, resalta Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research para Colombia.
Ante esto, uno de los indicadores que tiene el mercado sobre la marcha de la economía, son los commodities. Según Reyes, “observar el petróleo en torno a los US$65 y los US$70 el barril de Brent, y el cobre en máximos, da cuenta de una fuerte recuperación”.
De hecho, de acuerdo con Daniel Velandia, director de estudios económicos de Credicorp Capital, “el cobre es la materia prima que está más relacionada con las expectativas de un repunte económico, y cabe decir que está cerca de máximos históricos”.
Este año, en plena recuperación, el cobre en Nueva York ha subido 26,16%, hasta US$4,49 la libra.
Y lo mismo ocurre con el petróleo, un commodity atado a la movilidad de las personas, la actividad industrial y el funcionamiento de otras industrias como el turismo. Empezó el año en US$51 y en las últimas semanas rozó los US$70 por cada unidad de crudo.
Y algo similar ocurre con el precio de los productos básicos agrícolas, que han presentado un buen comportamiento recientemente por las expectativas de que la reactivación lleve a un mayor consumo de alimentos en el mundo.
Por poner algunos ejemplos, la soja llegó a estar en días pasados en US$620 por tonelada, un dato inédito desde 2012. Otros como el maíz o el trigo también han registrado repuntes recientes en los mercados.
En cuanto a los mercados bursátiles como el de Wall Street de Nueva York, recientemente volvieron a marcar récords históricos, y eso, según Velandia, “es reflejo de la recuperación gradual de la economía. Lo otro que refleja esto es el exceso de liquidez en el mundo por las medidas de los bancos centrales y las tasas bajas de interés”.
Sin ir más lejos, el conocido índice Dow Jones tocó los 35.000 puntos por primera vez en la historia.
De esta forma, una de las señales que dejan los mercados es que el incremento de los precios de muchos activos muestran expectativas de que se dé una mayor reapertura y se acelere la vacunación, y eso ayude a consolidar la reactivación.
No obstante, comportamientos recientes también indican que los mercados no solo se están moviendo por optimismo, sino también por un componente de temor a que datos o medidas descarrilen el repunte.
“Con el paquete de estímulo en EE. UU., se comenzó a despertar la preocupación de lo que pueda ocurrir en el terreno de la inflación, lo que llevó a que los mercados comenzaran a ver algo de volatilidad”.
Y, como explican los expertos, una vez más los mercados mostraron su temor mediante la volatilidad, al preguntarse en cuánto tiempo la Reserva Federal empezará a retirar sus estímulos. Esto se vio, por ejemplo, con el incremento de las tasas de interés de los bonos del Tesoro cuando la inflación de EE. UU. llegó al 4,2% en el pasado abril.
Esto, por supuesto, muestra otros comportamientos, como el hecho de que “la garantía de flujos de portafolios fuera de EE.UU. hacia economías emergentes se ponga en duda”, según indica Reyes, lo que también se traduce en que los inversionistas pierden apetito por el riesgo y prefieren inversiones seguras ante las eventualidades.
Pese a esto, como indica José Luis León, country manager de Natixis IM para Colombia, Perú y Panamá, “la volatilidad llegó para quedarse. Cada día hay más factores a considerar cuando se quiere tomar una decisión de inversión: políticos, económicos, demográficos, de sostenibilidad, etc”, resaltó.
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